Hace 22 años se fundó la Escuela de Orfebres de Coya y por este emblemático lugar han pasado más de 500 alumnos. Fue así como 35 aprendices, 20 pertenecientes al curso de técnicas básicas y 15 a avanzadas, recibieron sus diplomas, definiendo su paso por la Escuela, como un “alimento para el alma”.
Acompañados del gerente general de la Corporación Pro O’Higgins, Braulio Guzmán; Francisco Allan de Codelco Chile División El Teniente; Carlos Cantero, en representación del Sence Regional y su profesor, Denis Celery, los artistas del cobre recibieron sus reconocimientos al cumplir con las 300 horas de orfebrería básica y las 240 horas de avanzada.
“Hace 22 años fundamos la Escuela de Orfebres de Coya. Hay actores que han sido muy importantes en este trayecto: Codelco División El Teniente que nos han entregado el uso de ese espacio y porque ha dispuesto todos los años, de sus excedentes de capacitación para que hagamos los cursos, con siempre el apoyo del Sence”, destacó Braulio Guzmán.
Explicó, además, que la Escuela busca “construir una posibilidad para todos los que quieran, transformar este oficio en una forma de trabajo”.
“Las piezas son las expresiones de la vida propia, ahí quedan las penas y alegrías, las esperanzas y sueños, y eso es lo que ustedes le ofrecen al cliente. Por eso este proceso es muy bonito”, resumió el gerente general de Pro O’Higgins, corporación impulsora de esta iniciativa desde su nacimiento.
Francisco Allan, representante de Codelco Chile División El Teniente, valoró la formación y la construcción personal que brinda la Escuela a los orfebres. “Este es un programa con muchas virtudes. Lo que percibo más allá de rescatar el esfuerzo del aprendizaje técnico, es un tema emocional. Tienen que sentirse orgullosos del cierre de este proceso y de formar parte de una Escuela que se ha hecho visible y que le pertenece a la región”, aseguró Allan.
La OTIC CChC como intermediaria y la OTEC En Alta como ejecutora, hicieron realidad la realización de estos cursos.
“El éxito está coronado por el diploma que reciben porque representa muchas horas invertidas y sacrificio de parte de ustedes”, fueron las palabras de Carlos Cantero, quien acompañó a los certificados en representación de la dirección regional del Sence.
Alumnos agradecen su paso por la Escuela de Orfebres de Coya
Militza Rodríguez, recibió su diploma al cumplir con el proceso de formación del curso técnicas básicas de orfebrería en cobre, y explicó que, “esto ha sido una experiencia maravillosa, hemos aprendido muchas cosas y hemos sido salvados, yo personalmente, de muchas tristezas y venir para acá ha sido un alimento para el alma, aparte de aprender fue encontrar gente cariñosa. Una de las cosas que aprendí, fue la responsabilidad, hacerte responsable de lo que haces”.
Nolfa Miranda, certificada del curso técnicas avanzadas de orfebrería en cobre, manifestó que hoy tienen más herramientas que el primer día. “Este no es un oficio cualquiera ni es para cualquiera tampoco, estamos llamados a hacer magia y transformar los materiales. Como artesanos creamos con nuestras manos y el corazón”, concluyó.