La noche del viernes 13 de mayo, la capital de la región de O’Higgins disfrutó con la Gala de Aniversario del Ballet Folklórico Nacional (Bafona). El escenario del Teatro Regional de Rancagua recibió la celebración de los 57 años del elenco estable del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, con la presencia de la ministra Julieta Brodsky, autoridades regionales, comunales y una importante asistencia de público.
Al llegar al Teatro Regional de Rancagua, la ministra Julieta Brodsky señaló: “Vinimos a celebrar con el Bafona su cumpleaños, que para nosotros es un gran orgullo. Queremos darle todo el apoyo posible y permitir que se desplieguen en los territorios de nuestro país para que vayan a mostrar su interculturalidad, sus maravillosas creaciones y llenen de vida distintos espacios”.
Además, la secretaria de Estadio añadió que “las comunidades necesitan estos espacios culturales, estas manifestaciones que las ayudan tanto con la salud mental y también a reactivar nuestro sector. Entendiendo que los espacios culturales son espacios seguros, deben permanecer abiertos y las personas no deben tener miedo de asistir”.
El alcalde de Rancagua, Juan Ramón Godoy, afirmó que “hemos hecho un compromiso con la comunidad rancagüina, y también con la región, de abrir este espacio cultural para todas y todos”. Godoy añadió “el Bafona rescata parte de nuestra historia, memoria, cultura e identidad, a través de su música durante tantos años”.
La seremi Flor Ilic García, señaló “es un honor recibir a la Ministra en la región y festejar al Bafona en su 57 aniversario, su compromiso con las regiones en cuanto a promover la democracia cultural en los territorios, potenciando artistas y cultores locales y el acceso a las comunidades es clave para fortalecer nuestra cultura y Patrimonio. Además, contar con un elenco estable del ministerio como el Bafona es también un orgullo, porque con su nivel de excelencia son embajadores extraordinarios de las culturas de nuestro país. Además, quisiera resaltar la importancia que tiene para la ministra conocer a nuestro equipo de trabajo y generar las mejores condiciones para los trabajadores en cultura”.
Por su parte, Ricardo Rospigliossi, director del estamento técnico del Bafona, quien subroga a Jaime Hernández en la dirección artística del elenco, realizó una síntesis del trabajo que han realizado durante estos años: “Esta compañía ha protagonizado innumerables creaciones realizadas por maestros. En estos escenarios hemos imitado una trilla campesina, un ciclo vital Mapuche, una aguerrida navidad salitrera. Hemos conocido el ceremonial Aymara, el endiablado baile de La Tirana, el mítico rito del Hain en la extrema Patagonia, la sensual danza Rapa Nui. Hemos revivido el arte de Rolando Alarcón, Violeta Parra, Gabriela Mistral, Pablo Neruda y Margot Loyola”.
Luego de los saludos de las autoridades, se dio paso a un sentido homenaje póstumo a dos destacados artistas del elenco, el coreógrafo y bailarín mexicano Rodolfo Reyes, y el músico chileno, German Concha, a quienes no se les pudo realizar el rito de despedida y acompañamiento tradicional, debido a las restricciones impuestas por la pandemia, a través de un vídeo que repasó su legado en el Bafona.
Tras esto, comenzó la presentación, con la versión del “Canto para una semilla”, una de las creaciones más contemporáneas del Bafona, realizada con motivo del Centenario del natalicio de Violeta Parra, que cuenta con la adaptación y arreglos musicales de Germán Concha, coreografías de Carlos Delgado, diseño de vestuario y utilería de Ricardo Rospigliossi.
Luego de un breve intermedio, siguió el cuadro “Huasos”, una suite emblemática de la compañía, actualizada en 1994 por Carlos Reyes Zárate y René Cerda, con arreglos musicales de Jaime Hernández y algunas composiciones de José Luis Hernández, que revisita y recrea expresiones musicales y coreográficas tradicionales y costumbres campesinas, algunas ya olvidadas como “La Jota”, “Sombrerito”, “Sajuria” y “El Gato”.
También se presentó Sergio Veas Muñoz, cantante del Bafona, oriundo de la Región de O’Higgins, quien interpretó hermosas tonadas del repertorio chileno, acompañado por un cuarteto de músicos del elenco,
Para la segunda parte del espectáculo, se reservó una de las piezas más tradicionales del ballet: “Servidores de la virgen”, estrenada en 1988, con coreografía de Ernesto Concha y los arreglos y creación musical de Germán Concha. La obra recoge las expresiones del sentir religioso del norte chileno, que se manifiestan en cantos y danzas con elementos coreográficos musicales que tienen su origen en la Gran Diablada Boliviana.