La emoción de los primeros días de clases en primer año básico, un momento que queda grabado en la memoria de cada alumno y alumna, así como en sus familias, como el inicio de un proceso tan importante como la educación, se convirtió en uno de los peores días de la vida para un niño autista de 6 años en la comuna de Rancagua.
El niño fue entregado a su madre el viernes 8 de marzo con cortes en su cabello, polera y pantalón, sin más explicación por parte del Colegio Niño Jesús de Pagra, donde el hecho no fue presenciado por ningún profesor ni funcionario. Además, se agregó que el niño no habría comunicado el incidente y algunos compañeros indicaron que el propio agredido habría "autorizado" esta vulneración.
Irma, la madre del pequeño, relató a Hora de Noticias su horror al encontrar a su hijo con heridas visibles y traumatizado. El niño, quien no verbaliza cuando está incómodo, explicó que fue agredido por otros estudiantes durante el recreo. La madre solicitó hablar con la profesora jefe para obtener información, pero le informaron que nadie vio nada.
“Fue un horror ir a buscarlo más temprano y encontrar que venía con cortes en el cabello y su ropa escolar (evidentemente con tijeras), muy incómodo y asustado. Le pregunté qué sucedió y me dice que en el recreo un niño que no es de su curso le cortó con tijeras el uniforme y que otro niño de su curso le cortó el cabello. Mi hijo no verbaliza cuando está incómodo, se frustra y se queda callado. Pedí hablar con la profesora Jefe como es el conducto regular de comunicación, para saber qué sucedió y es quien me dice que nadie vio nada”, relata Irma, madre del pequeño, quien desde el primer día de clases de este año, martes 5 de marzo, solicitó una vía de comunicación con la dirección del colegio porque el niño relató haber sido empujado en el recreo, siendo recibida por la jefa de UTP, quien le explicó que los profesionales fueron capacitados en diciembre sobre necesidades educativas especiales y le reafirmó su compromiso de resguardar al pequeño.
Tras el impacto inicial, Irma procedió a acercarse a la Superintendencia de Educación para realizar una denuncia, pero no pudo concretarla debido al horario limitado de atención al público.
Para Elizabeth Escobedo, presidenta de la Agrupación Autismo Rancagua, este caso representa una violación y un incumplimiento de la ley de autismo, que debería estar completamente implementada a esta fecha.
“Vemos cómo aquí no se activó el protocolo de convivencia escolar, no se entregaron los apoyos necesarios para resguardar la integridad de un alumno con necesidades educativas especiales, autista, como lo especifica la Superintendencia de Educación en una circular que comenzó a estar vigente este 2024, donde se establece que de requerir apoyos, un estudiante es el establecimiento el que debe tomar las medidas tendientes para su inclusión”, destacó Elizabeth, reiterando además el llamado a las autoridades de educación a actuar de manera preventiva, no reaccionando a cada caso como hechos aislados, que para las familias y estudiantes autistas son situaciones que marcan su vida para siempre y los excluyen del sistema educativo.