Empaticemos con el año nuevo neurodivergente

El año nuevo es una época de alegría y celebración para muchos, pero para las personas neurodivergentes, como por ejemplo autistas o con déficit atencional, las fiestas pueden ser una fuente de estrés y sobreestimulación.

Las personas neurodivergentes pueden experimentar desafíos adicionales durante las fiestas debido a la sobrecarga sensorial, la cual se da por la combinación de luces brillantes, música alta, ruidos de los fuegos artificiales, multitudes, entre otros. Esto los puede llevar a una mayor fatiga y a la necesidad de buscar espacios más tranquilos.

Estas celebraciones también representan cambios en la rutina, es así como las alteraciones en los horarios y las actividades habituales pueden generar ansiedad y una sensación de falta de control. Es importante mencionar, que estos eventos de fin de año conllevan expectativas sociales donde hay una presión por participar en ciertas actividades lo que puede ser muy estresante.

Para garantizar que las personas neurodivergentes puedan disfrutar de las festividades, se recomienda crear espacios tranquilos, por ejemplo, dejar un lugar o una pieza con una luz más tenue, con sonidos suaves y menos gente para que puedan relajarse. Es importante que las personas sepan que no es obligación ir a celebraciones de fin de año y que pueden elegir en qué actividades participar y cuándo tomar un descanso.

Finalmente, el apoyo social es de gran relevancia, es decir, que el grupo empatice con las necesidades de las personas neurodivergentes, que participan en estas celebraciones y se aseguren de que haya alguien de confianza presente para brindar apoyo emocional en caso de ser necesario.

Andrea Mira
Académica de la Escuela de Terapia Ocupacional
Universidad Andrés Bello


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