Atrás quedaron los días en que Elizabeth Soto dejara a sus compañeros de octavo básico en Coltauco, tras ser intervenida quirúrgicamente en una de sus rodillas, a causa de una hiperlaxitud articular, cuyo tratamiento implicara el uso de prótesis como ella misma comenta, “a los 13 años me operé, pero no funcionó bien, la prótesis que me pusieron generó mucha tensión en la zona, así que tuve que operarme una segunda vez, lo que significó dejar el colegio para recuperarme bien”.
Y es que gracias al proyecto “Aula Hospitalaria” del Hospital Regional de Rancagua (HRR), tanto Elizabeth como otros niños en situación de enfermedad física o mental permanente y/o transitoria, han podido continuar sus estudios, que por motivos de salud se habían visto truncados hasta hoy, pudiendo optar a completarlos, como es el caso de esta joven, que hoy protagoniza la primera ceremonia de licenciatura del aula, luego de haber estudiado cuatro años en este lugar y marcado con ello un hito histórico para el Hospital Regional, al ser la alumna que iniciara el proyecto educativo y se graduara del mismo.
Para la madre de Elizabeth, María Moris Vega, la experiencia que tuvo su hija durante este tiempo fue muy importante, “por su condición de salud, el colegio donde Elizabeth estaba y otros más no querían arriesgarse a tenerla de alumna, por temor a que se accidentara, entonces cuando supe del proyecto de aula hospitalaria en el Hospital Regional y la sugerencia que me hiciera el equipo tratante no dudé en que ella fuera parte y continuara estudiando aquí. Me siento muy agradecida del apoyo que le dieron estos años, de cómo se adaptó todo para que ella llegara hasta ahora y pudiera terminar su cuarto medio”.
El evento, también cerró etapas para otros 2 jóvenes estudiantes de enseñanza preescolar, que al igual que Elizabeth tuvieron que sortear las dificultades vinculadas a su salud, perseverando sus aprendizajes y experimentando las distintas modalidades de estudio, como la sala cama de hospitalización de los menores en el recinto hospitalario, aula remota y aula móvil para estudiantes que no pueden desplazarse.
En ese sentido, Carolina Bahamondes, directora académica de Fundación Educación Inclusiva, sostenedores del Aula Hospitalaria del Hospital Regional Rancagua, expresó que “me siento muy emocionada porque ya han pasado casi 2 años de pandemia, lo que ha hecho que tengamos que realizar clases híbridas, a distancia, ajustarnos a la adversidad y así todo hoy tenemos la oportunidad de celebrar la licenciatura de nuestra alumna histórica y asimismo de estos pequeños estudiantes que avanzan en su educación”, destacando “nuestros alumnos son menores que cursan una enfermedad o desarrollan un tratamiento médico que les impide muchas veces asistir a clases en sus establecimientos, nosotros en ese sentido, resguardamos ese derecho, ofreciéndoles educación durante el tiempo de recuperación o estadía”.
Elisabeth Moreno, jefa de Departamento de Satisfacción Usuaria del hospital, invitada a la ceremonia finalizó, “hemos estado desde la etapa previa a la instalación del aula hospitalaria, acompañando el proceso y hoy día culminando la primera licenciatura. Como hospital, somos los únicos que disponemos de esta aula en la región y pensábamos, cuando comenzó a ejecutarse el aula, que sería una experiencia muy bonita, gratificante, pero nunca advertimos que esa sensación se materializaría en el tan corto plazo. Hoy tenemos una alta demanda de matrículas, un flujo importante de alumnos, lo que nos indica lo importante que es para la formación educativa de los niños y nos invita a seguir perfeccionándonos”, concluyó.