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La noche del sábado 5 de abril, a las 00:00 horas, los relojes se atrasarán una hora para dar inicio al horario de invierno. Aunque este cambio es habitual y ocurre dos veces al año, puede generar alteraciones en los hábitos de sueño y afectar la salud y la productividad de las personas. El Dr. Andrés Glasinovic, médico familiar y académico de la Facultad de Medicina de la Universidad de los Andes, entrega recomendaciones clave para enfrentar este proceso de manera más saludable.
Impacto del cambio de hora en la salud
El Dr. Glasinovic explica que el cambio de hora puede provocar trastornos del sueño, problemas de adaptación e incluso afectar la productividad. “Los malos hábitos de sueño pueden aumentar los riesgos cardiovasculares, causar dolores de cabeza, malestar general y dificultades de concentración”, señala el especialista.
Aunque estos síntomas suelen durar solo un par de días, el académico recomienda consultar a un especialista si persisten por más tiempo. “Es importante prestar atención a cómo nuestro cuerpo responde al cambio de hora y tomar medidas para minimizar sus efectos”, agrega.
Cinco consejos para adaptarse al cambio de hora
Para ayudar a las personas a enfrentar de mejor manera el cambio de hora, el Dr. Glasinovic comparte cinco recomendaciones prácticas:
- Evitar bebidas alcohólicas y con cafeína: El consumo de alcohol y cafeína puede alterar el ciclo del sueño, dificultando la conciliación y la calidad del descanso. Se recomienda evitar estas bebidas, especialmente en las horas previas a dormir.
- Apagar las pantallas antes de dormir: La luz azul emitida por dispositivos como celulares, tablets y televisores puede interferir con la producción de melatonina, la hormona del sueño. Lo ideal es apagar las pantallas al menos 40 minutos antes de acostarse.
- Realizar actividad física por la mañana: El ejercicio ayuda a regular el ritmo circadiano y mejora la calidad del sueño. Sin embargo, es preferible realizar actividades físicas durante la mañana, ya que hacerlo en la noche puede tener un efecto estimulante.
- Limitar las siestas a 30 minutos: Aunque las siestas pueden ser reparadoras, es importante que no excedan los 30 minutos para evitar que afecten el sueño nocturno.
- Dormir entre siete y nueve horas diarias: Mantener una rutina de sueño adecuada es fundamental para adaptarse al cambio de hora. Los adultos deberían dormir entre siete y nueve horas por noche para asegurar un descanso reparador.
Adaptación gradual y cuidado de la salud
El Dr. Glasinovic enfatiza la importancia de adoptar estos consejos de manera gradual, especialmente en los días previos y posteriores al cambio de hora. “Pequeños ajustes en nuestra rutina pueden marcar una gran diferencia en cómo nuestro cuerpo se adapta a este proceso”, concluye.
Con estas recomendaciones, es posible minimizar los efectos del cambio de hora y mantener un sueño de calidad, lo que contribuye a una mejor salud y bienestar general.