COVID prolongado ¿qué hacer cuando este cuadro se presenta en niños?

Desde el inicio de la pandemia por COVID-19, hemos sido testigos de numerosas olas de contagios, la última de las cuales se dio en el contexto de menores restricciones y el surgimiento de cepas más contagiosas, como el caso de Ómicron. Se estima que ya son más de 400 millones de personas en el mundo las que han contraído el virus, y según la OMS, “alrededor de una cuarta parte de las personas que han tenido el virus experimentan síntomas que continúan durante al menos un mes”. Este cuadro ha sido descrito como COVID prolongado, COVID persistente o Long COVID.

Si bien, la mayor parte de las personas que presentan este cuadro son adultos, en algunos casos los síntomas persistentes se han presentado en niños. Hernán Sepúlveda, pediatra broncopulmonar infantil de IntegraMédica, explica que, en general durante la pandemia se ha visualizado que el virus ha afectado en menor cantidad y con menor agresividad a los niños. “El COVID prolongado se ha visto sobre todo en adultos, donde hay casos que persisten con molestias como cansancio, fatiga, dificultad para pensar o concentrarse, dolor de cabeza, pérdida de olfato, mareos, entre otros síntomas”, dice el especialista.

No obstante, en los casos de niños que han desarrollado una enfermedad importante de tipo pulmonar, como una neumonía o que hayan requerido ventilación, existe la posibilidad que manifiesten cierto grado de dificultad para realizar actividad física –por ejemplo, en el colegio o en actividades deportivas-, cuestión que también ocurre con el COVID prolongado.

¿Qué hacer en esos casos? El doctor Hernán Sepúlveda advierte que ante una situación de esas características lo primero es consultar con el pediatra. “En el momento de evidenciar un caso de COVID persistente en menores, se debe ir evaluando uno a uno, principalmente, por la tolerancia a la actividad física de cada menor. En ese caso, siempre es recomendable consultar al pediatra, en especial si el cuadro ha sido un poco más intenso que lo habitual, para revisar cómo están sus condiciones para hacer ejercicio y si es necesario algún tipo de examen en particular”, señala el especialista.

Finalmente agrega que los casos de COVID persistente en niños han sido muy escasos y, en el caso de que un menor haya tenido un cuadro grave de COVID, el médico debe evaluar el momento adecuado para retomar la actividad física y el deporte.


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