El uso de la creatina como suplemento deportivo comenzó en la década del ‘90 y rápidamente se convirtió en el favorito de los atletas por la capacidad de aumentar la masa muscular, hidratar la célula, favorecer el ingreso de nutrientes al músculo y mejorar el rendimiento físico. Por lo mismo, ha sido objeto de múltiples estudios, investigaciones que han concluido que sus beneficios van más allá del deporte.
Entre los efectos positivos detectados están los relacionados a la salud mental, la prevención de las enfermedades neurodegenerativas, diabetes, osteoartritis, fibromialgia, Parkinson y depresión. Asimismo, se ha determinado que mejora la memoria cognitiva y reduce la fatiga mental. Y en las personas sedentarias o mayores retrasa la sarcopenia, es decir, la pérdida natural de masa muscular a través de los años (se pierde entre 3% a 5% de músculo por década) que ocurre cuando no se practica actividad física de forma regular, no consumes proteínas requeridas o suplementas.
Hay que destacar que “la creatina desempeña un papel importante en el metabolismo energético. Es una cadena de aminoácidos compuesta por arginina, glicina y metionina que aumenta los niveles de fosfocreatina y, por tanto, la producción de ATP, la molécula que utilizan las células como energía”, explica Libertad Palacios, kinesióloga deportiva, fisiculturista profesional hace 4 años y deportista hace dos décadas. Asimismo, agrega que al aumentar la energía e hidratación a nivel celular permite tener menos desgaste muscular, poder rendir más en la actividad física y formar más músculo y, por lo tanto, revertir la sarcopenia (la pérdida de masa muscular producida por la edad).
Al tratarse de una sustancia presente en el cuerpo de forma natural no se ha asociado su ingesta a efectos secundarios; sin embargo, algunas personas podrían presentar síntomas leves como molestias estomacales. Es más, según las últimas investigaciones, su uso a corto y largo plazo, durante al menos cinco años, es seguro en personas sanas.
Gran aliado para el cerebro
Como ya lo enunciamos, este popular suplemento para los músculos también impacta positivamente la salud del cerebro: mejora la función cognitiva y protege del deterioro relacionado con la edad. ¿Por qué? Simple, el cerebro requiere de mucha energía para funcionar correctamente. Ahí es cuando entra en juego la creatina, porque “una mayor producción de ATP en las neuronas significa más combustible lo que desencadena un mejor funcionamiento y conexión entre las neuronas, promovimiento la neuroplasticidad (formación de nuevas neuronas y redes neuronales más específicas abarcando más corteza cerebral), aumenta el estado de alerta y la capacidad de gestionar los requerimientos cognitivos. Al tener una neurona con más ATP incluso puedo gestionar mejor los periodos de estrés o alta demanda emocional”, comenta Libertad. A continuación se detallan algunos efectos de la creatina en el cerebro:
- Mejora en el rendimiento cognitivo
- Protege en caso de traumatismo craneoencefálico (reduce los dolores de cabeza, mareos y fatiga)
- Protege contra las enfermedades neurodegenerativas (hay evidencia de mejoras en pacientes con esclerosis lateral amiotrófica (ELA), enfermedad de Huntington, Parkinson y Duchene)
- Aumenta los niveles de una proteína que protege contra la muerte celular en el hipocampo, la región del cerebro esencial para el aprendizaje y la memoria
- Mejora la memoria en personas sanas de todas las edades y se hace más evidente en personas que tienen entre 65 y 76 años
- Trata la depresión, ansiedad y estrés
Suplemento natural y seguro
El hígado, el páncreas y los riñones pueden producir alrededor de 1 gramo de creatina al día, siendo que la dosis recomendada es de 5 gramos. Es ahí cuando la dieta entra en juego, pues este nutriente se puede obtener a partir del consumo de algunos alimentos de origen animal, como carnes rojas, pescados, mariscos y huevos.
“En ese contexto, nuestros ancestros cazadores-recolectores probablemente obtenían toda la creatina necesaria de su alimentación. Pero, hoy sabemos que los alimentos no contienen los mismos nutrientes que hace 70 años por lo que ese déficit puede afectar los niveles de creatina y los suplementos pasan a ser parte de la rutina. Especialmente ayudan a las personas vegetarianas o veganas que no consumen alimentos de origen animal”, comenta Pedro Grez creador del Método Grez y fundador de Bvital Life, la primera línea chilena de suplementos de etiqueta limpia.
Los suplementos de creatina son fáciles de encontrar en el mercado, para escoger cuál comprar la recomendación es leer las etiquetas y confirmar qué ingredientes contienen y el real aporte. CreaVTL de Bvital Life es una alternativa que aporta los 5 gramos requeridos al día por dosis (la recomendación es no superar los 20 gramos diarios), más de lo que se obtiene al comer un kilo de carne roja (que aporta 4,5 gramos de creatina). Se trata de una exclusiva combinación de creatina, HMB (Beta-Hidroxi-Beta-Metilbutirato) y magnesio que en su conjunto ayudan a mantener la fuerza muscular y las funciones cognitivas y nerviosas.
Los años e investigaciones han sido claros, la creatina es segura, bien tolerada y prácticamente no tiene contraindicación de consumo, por lo que asegúrate de tener toda la necesaria para que tu cerebro funcione a pleno rendimiento y tu cuerpo se mueva con total libertad.