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El aumento progresivo de casos asociados al cáncer de próstata ha encendido las alertas en el Hospital de Rancagua. Con una de las tasas de mortalidad más altas en Chile, esta enfermedad registró en 2021 una tasa de 9.6 muertes por cada 100.000 habitantes. Además, es uno de los cánceres más frecuentes en la población masculina adulta, llevando al centro hospitalario a realizar anualmente más de 100 cirugías de prostatectomía y tratar a más de 500 pacientes afectados.
Una preocupación de salud pública
El Dr. Juan Bravo, urólogo del Hospital de Rancagua, destacó la gravedad del problema. “Es un problema de salud pública que ha cobrado mucha importancia, ya que está transformándose en una de las principales causas de muerte oncológica en hombres a nivel nacional e incluso mundial. En O’Higgins, el índice de mortalidad supera la media nacional, lo que nos preocupa profundamente”, afirmó.
Investigación para entender el fenómeno
A raíz de los datos entregados por el Departamento de Estadísticas e Información de Salud (DEIS) del Minsal, el hospital, junto a su Unidad de Investigación y Anatomía Patológica, ha iniciado un estudio que se desarrollará durante tres años. “Buscamos identificar las causas que generan este fenómeno en la región. Queremos conocer cómo factores ambientales y genéticos influyen en el desarrollo de esta patología”, explicó el Dr. Bravo.
Factores ambientales bajo la lupa
El estudio analizará variables como la exposición a pesticidas producto de la actividad agrícola, además de otros factores ambientales relacionados con la minería y la agricultura. Paralelamente, se está trabajando en un plan de pesquisa y en la búsqueda de financiamiento con entidades públicas y privadas interesadas en apoyar este esfuerzo.
Impacto esperado de la investigación
El objetivo del estudio es tratar la enfermedad desde su origen y mejorar la prevención. Según el Dr. Bravo, “podremos realizar un tamizaje precoz, como el antígeno prostático específico o el tacto rectal, a edades más tempranas, incluso a los 40 años, para detectar a tiempo a pacientes con predisposición genética o mutaciones”.
Beneficios del diagnóstico temprano
El especialista enfatizó que un diagnóstico en etapa temprana permite tratar la enfermedad de manera efectiva, ayudando al paciente a retomar su vida normal. “Evitar un diagnóstico tardío es clave. Muchas veces descubrimos este cáncer cuando ya no es curativo. La investigación será determinante para mejorar el abordaje clínico, reducir la morbilidad y mortalidad, y prevenir el avance de esta enfermedad”, concluyó.