Cada 11 abril la Organización Mundial de la Salud (OMS), conmemora el Día Mundial del Parkinson, cuya patología afecta principalmente a adultos mayores, provocando un desorden crónico y degenerativo de una de las partes del cerebro que controla el sistema motor, provocando una pérdida progresiva de la capacidad de coordinar los movimientos del cuerpo, entre otros síntomas que van afectando la salud física y mental del paciente diagnosticado.
En nuestro país, hay cerca de 40 mil personas que padecen la enfermedad, en su mayoría comenzaron alrededor de los 60 años, pero la sintomatología puede aparecer antes de esa edad. Esta patología es mucho más común en los hombres que en las mujeres y aparece en personas de avanzada edad, por ello es fundamental la realización de un exhaustivo tratamiento y supervisión médica por parte de un especialista, para poder minimizar los síntomas mejorando la calidad de vida de los pacientes y de sus familias.
Al respecto, la enfermera, asesora del programa "Salud del adulto" de la Dirección de Atención Primaria del Servicio de Salud O’Higgins, Paloma Romero, manifestó que “esta enfermedad corresponde a un tipo de trastorno del movimiento, neurodegenerativo. Ocurre cuando las neuronas no producen suficiente cantidad de una sustancia química importante en el cerebro: la Dopamina. Algunos casos son genéticos, pero en la mayoría de los casos no parece darse entre miembros de una misma familia”.
Referente al avance de la sintomatología, la enfermera señala que “a medida que los síntomas empeoran, pueden tener dificultades para caminar o hacer labores simples. Esto les acarrea problemas como depresión, trastornos del sueño o dificultades para masticar, tragar o hablar. Con respecto a la existencia de un examen de diagnóstico para esta enfermedad, no lo existe, pero si, los médicos utilizan el historial del paciente y un examen neurológico para poder diagnosticarlo”.
Finalmente, la profesional agregó que “posterior a la vivencia de la pandemia por COVID-19, nos toca colocarnos al día con estos pacientes, apoyando en mejorar su calidad de vida, con actividad física, aumento de las actividades al aire libre y generando espacios. Esto garantiza una mejor condición y, por tanto, una mejor calidad de vida para el paciente”.
La enfermedad de Parkinson suele comenzar de forma silenciosa y avanzar de forma paulatina, por ello es fundamental considerar estos síntomas:
- Temblor en las manos, brazos, piernas, mandíbula y cara
- Rigidez en los brazos, las piernas y el tronco
- Lentitud de los movimientos del cuerpo
- Problemas de equilibrio y coordinación física
También puede afectar las mandíbulas, la lengua, la frente, los párpados y, en menor grado, la voz