Crédito: Minagri

Actualización del catastro revela que el 36% de la superficie de O’Higgins corresponde a ecosistemas boscosos

En un evento realizado en Rancagua, se presentaron los resultados de la actualización del Catastro de Recursos Vegetacionales y Usos de la Tierra de la Región de O’Higgins (2013-2020), elaborado por la Corporación Nacional Forestal (Conaf). Este informe revela que el 36,1 % de la superficie regional corresponde a ecosistemas boscosos, de los cuales el 26,2% es bosque nativo, el 9,8 % son plantaciones forestales y el 0,1% bosques mixtos.

Balance de uso de la tierra

El catastro detalla que el uso agrícola ocupa el 24% de la superficie regional, mientras que las praderas y matorrales representan el 22,3%. Las áreas desprovistas de vegetación abarcan 185.398,8 ha, y las áreas urbanas e industriales cubren 41.139,0 ha.

El ministro de Agricultura, Esteban Valenzuela, destacó la importancia de este análisis: “Lo que demuestra el catastro es una corrección de 30.000 hectáreas en plantaciones forestales, sin una pérdida significativa de bosque nativo. Además, se observa un crecimiento en la viticultura y cultivos frutales”.

Equilibrio en los ecosistemas boscosos

La directora ejecutiva de la Conaf, Aída Baldini, subrayó que el equilibrio en el uso del suelo ha prevalecido en la región. "La región mantiene un 25% de bosque nativo y un porcentaje similar dedicado a la agricultura”, indicó. Asimismo, detalló que esta actualización incluye correcciones cartográficas y que el trabajo fue complejo debido a las restricciones durante la pandemia.

Tipos forestales y especies identificadas

El catastro identifica cinco tipos forestales predominantes en la región: Esclerófilo, Roble-Raulí-Coihue, Ciprés de la Cordillera, Palma Chilena y Roble-Hualo. El bosque esclerófilo domina con 398.608,9 ha (92,96% del total de bosque nativo regional), seguido por el tipo Roble-Raulí-Coihue con 15.719,1 ha (3,67%).

Se identificaron 195 especies vegetales, de las cuales 57 no habían sido registradas en el catastro de 2013. Entre ellas destacan ocho en categoría de conservación, como Jubaea chilensis y Austrocedrus chilensis.

Cambios de uso de suelo

El análisis revela una pérdida de 1.516,07 ha de bosque nativo (0,35%) desde 2013, atribuida principalmente al cambio hacia usos urbanos (84,66 ha) y agrícolas (924,27 ha).

Contribución al cambio climático

Este catastro es clave para entender los servicios ecosistémicos que provee la región, como la captura de carbono, la protección del suelo y la producción de agua, contribuyendo significativamente a mitigar el cambio climático.

La información completa de esta actualización está disponible para consulta y descarga en la plataforma SIT Conaf.


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