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Este 2025 se cumplen 25 años desde la entrada en vigencia de la Ley 19.680, normativa que prohíbe el uso recreativo o doméstico de fuegos artificiales en Chile, reservando su utilización exclusivamente para espectáculos masivos autorizados. Desde su implementación, el país ha registrado una disminución superior al 90% de las quemaduras por pirotecnia en niños, según cifras de Coaniquem. No obstante, durante las fiestas de fin de año los servicios de urgencia continúan atendiendo lesiones asociadas al uso ilegal de estos artefactos.
Riesgos persistentes durante las celebraciones
Pese a los avances logrados en prevención, las quemaduras por fuegos artificiales siguen siendo una causa de consulta en esta época. Estas lesiones se producen principalmente por manipulación directa de pirotecnia, situación que mantiene la alerta en el ámbito sanitario debido a sus posibles complicaciones clínicas y secuelas.
Importancia de la primera atención
Felipe Grogg, enfermero y clinical specialist de Solventum, explica que el daño provocado por una quemadura no se limita al instante del accidente. En ese sentido, detalla que "la piel continúa lesionándose durante los minutos posteriores, por lo que una primera atención correcta puede limitar la profundidad de la herida y mejorar de forma significativa la recuperación". Actuar con rapidez y de manera adecuada permite disminuir el daño térmico, controlar el dolor y reducir el riesgo de infección.
Recomendaciones inmediatas ante una quemadura
Durante los primeros minutos posteriores a la lesión, se recomienda alejar a la persona del peligro, retirar ropa o accesorios solo si no están adheridos a la piel, enfriar la zona afectada con agua corriente a temperatura ambiente durante al menos diez minutos y cubrir la herida con una gasa o apósito limpio sin ejercer presión. Además, se debe trasladar a un centro asistencial si la quemadura es extensa, profunda, muy dolorosa, afecta cara o manos, o si se trata de un niño.
Prácticas que pueden agravar la lesión
El especialista advierte que existen acciones que deben evitarse, ya que pueden empeorar el cuadro clínico. Entre ellas se encuentran reventar ampollas, aplicar mantequilla, pasta dental, aceites o ungüentos caseros, manipular restos de pirotecnia adheridos y exponer la herida a hielo directo.
Manejo clínico y tratamientos disponibles
Las quemaduras por pirotecnia suelen ser de espesor parcial y comprometen principalmente manos, brazos y rostro. Grogg explica que "el tratamiento actual prioriza el control del dolor, la prevención de infecciones y una cicatrización adecuada, mediante manejo ambulatorio u hospitalario según la gravedad de la lesión". Junto a los cuidados convencionales, existen alternativas innovadoras de cuidado avanzado de heridas.
Innovación en el cuidado de quemaduras
Según el profesional, "hoy en el país contamos con apósitos avanzados como Adaptic Touch de Solventum, que evitan que el apósito se adhiera a la piel lesionada y facilitan procedimientos de limpieza y curación, especialmente en quemaduras de espesor parcial". Añade que este tipo de apósito "ayuda a mantener un ambiente húmedo controlado, favoreciendo la reparación del tejido y cicatrización". En casos de mayor complejidad, menciona el uso de terapias como la presión negativa, que contribuyen a una recuperación más rápida y con menor riesgo de complicaciones.
Prevención como principal herramienta
Finalmente, el clinical specialist de Solventum enfatiza que la prevención sigue siendo la principal herramienta para evitar este tipo de lesiones, subrayando que no existe pirotecnia segura para uso doméstico. Reconocer signos de alarma y acudir oportunamente a atención médica especializada permite reducir de manera significativa las secuelas asociadas a las quemaduras por fuegos artificiales.
