La Corte de Apelaciones de Rancagua acogió un recurso de protección presentado en contra del Cuerpo de Bomberos de Machalí, dejando sin efecto la expulsión de un teniente primero que había sido sancionado por supuesta insubordinación. El tribunal determinó que la decisión disciplinaria careció de la fundamentación mínima necesaria para justificar una medida de tal severidad.
¿Qué dice el fallo?
Según el fallo unánime, la resolución impugnada no detalló los hechos imputados, los descargos entregados por el voluntario ni la valoración de las pruebas presentadas. Esto, a juicio del tribunal, privó al afectado de comprender las razones que sustentaron la expulsión, vulnerando principios básicos de un debido proceso interno.
El dictamen señala que cualquier órgano disciplinario está obligado a explicar de manera clara las decisiones que afectan a sus miembros, independiente de que quienes integren dichos organismos no sean abogados. La ausencia de fundamentos —agrega el fallo— le resta validez al acto sancionatorio.
Asimismo, la Corte recordó que la fundamentación es un elemento esencial de todo acto administrativo o sancionatorio, pues otorga legitimidad al proceso y permite verificar si la decisión se adoptó conforme a los hechos y al derecho aplicable.
En este contexto, el tribunal concluyó que el procedimiento disciplinario en cuestión no cumplió con los estándares mínimos exigidos, por lo que correspondía acoger la acción constitucional.
Finalmente, la resolución establece: “Se acoge, sin costas, el recurso de protección interpuesto por don Fernando Andrés Reynoso García en contra del Cuerpo de Bomberos de Machalí, en cuanto deja sin efecto la resolución que le impone la sanción reglamentaria de expulsión”.
