A través de un Fondo de Inversión Privado (FIP) llamado Mediterráneo, la familia Piñera Morel, Délano, entre otras, participaron en 2010, de la compra del Proyecto Imán que involucraba la extracción de hierro y escandio cerca de Vallenar (Región de Atacama).
Según se reveló, el vendedor fue Arnoldo del Campo, quien fue designado en esa época por el mismo Sebastián Piñera como parte del directorio de Enami, empresa estatal dedicada a fomentar la pequeña y mediana minería.
La investigación a cargo de Ciper Chile da cuenta de “un nuevo conflicto de interés” del primer mandatario. Esto, luego de la investigación por oficio que inició el Ministerio Público a partir del caso Dominga, y la venta entre las familias Piñera y Délano del proyecto, supeditado a la no modificación de la normativa ambiental, dependiente del primer gobierno del actual jefe de Estado.
“Los Piñera Morel participaron en la compra de un proyecto minero cuyas negociaciones iniciales coinciden con el nombramiento del vendedor (Arnoldo del Campo) como representante del Presidente Piñera en el directorio de la empresa pública del mismo rubro“, indicó en su reportaje Ciper Chile.
Según se lee en la investigación, desde Presidencia contestaron que desde 2009, la máxima autoridad “no participa en la gestión o administración de ninguna empresa o negocio, lo que incluye a Mediterráneo FIP”.