Una nueva red nacional de monitoreo de la costa chilena se pondrá en marcha con datos sobre playas de la Región de O’Higgins que serán analizados por un grupo de científicos del Centro de Observación de la Tierra de la Universidad Mayor.
Los académicos, quienes también incluirán en su análisis playas de la región de Coquimbo, desarrollarán un servicio web para monitorear los cambios en la costa, usando datos satelitales de observación de la Tierra y herramientas de inteligencia artificial.
Las playas de la Región de O’Higgins involucradas en el análisis son Matanzas, Rapel, Puertecito, Topocalma, Pichilemu, Cahuil y Bucalemu. En tanto en la región de Coquimbo se estudiarán La Serena, La Herradura, Guanaqueros, Playa Grande Tongoy, Playa Amarilla, Conchali, y Los Vilos.
El proyecto sigue la exitosa implementación del sistema denominado Moncosta en la región de Valparaíso, donde el grupo científico comprobó la pérdida generalizada de playas debido a la erosión en más del 90% de la zona en estudio. Además, descubrieron que, en algunas playas, entre ellas, Algarrobo, Cartagena y Santo Domingo existen tasas de erosión de hasta 4,5 metros por año.
El análisis permitirá “establecer las tasas de erosión, áreas críticas, áreas vulnerables y la proyección ante escenarios de cambio climático”, detalló Waldo Pérez, director del Centro Hémera.
Idania Briceño, directora del proyecto, agregó que la plataforma Moncosta, “entregará valiosa información en forma gratuita a las autoridades regionales y municipales que les permitirá tener una visión actualizada de los litorales para tomar decisiones basadas en datos científicos que contribuyan en la ordenación y gestión integrada de las áreas costeras”.
Los visitantes de las playas también podrán aportar al estudio con fotografías del área costera captadas a través de las plataformas CoastSnap que serán instaladas por el equipo de investigación.
La geógrafa agregó que la información aportada por la ciudadanía será fundamental para el proyecto que “tiene dos escalas fundamentales de monitoreo, la primera a partir de imágenes satelitales que da un contexto regional, y la segunda a escala local a partir de CoastSnap”.
Briceño, destacó además que la plataforma CoastSnap a nivel mundial ha demostrado cómo el manejo y gestión costera “se ha visto impulsado por el rápido crecimiento de la ciencia ciudadana, que empodera a las comunidades locales situándolas en el centro de la recogida, el tratamiento y, en algunos casos, el análisis de los datos”.
El proyecto, financiado por el Concurso de Investigación Tecnológica IDeA 2023 de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID), se desarrollará en los próximos dos años.