En el último año hemos debido adaptarnos a una realidad de pandemia, donde la estabilidad económica está en jaque. Producto de esta situación, muchos habitantes del país han perdido sus empleos: de hecho, en 2020 la tasa de desocupación anual promedio en Chile aumentó 3,5 puntos porcentuales respecto del año anterior. Lamentablemente, el comienzo de 2021 se ha seguido identificando con números poco alentadores, por ejemplo, el Imacec de enero marcó una baja de 3,1% en comparación al mismo mes del año anterior y en febrero de un 2,3%.
Como respuesta a este panorama lleno de incertidumbre, hay una cifra que se disparó inesperadamente, en plena pandemia, Chile ha batido nuevamente el récord de creación de sociedades y nuevas empresas: 158.586 en 2020, un 14,4% más que en 2019. Es la cifra más elevada desde que se tiene registro, a contar de 2013.
Lo anterior se debe a que las personas en situaciones complejas, se conectan más con su capacidad creativa y buscan nuevas posibilidades. Y esto hace que emprender hoy sea una opción viable para sobrellevar la crisis actual, dado que de alguna forma sabemos que el éxito está en nuestras manos y en cómo innovamos, productos y/o servicios, acordes al momento que estamos viviendo. Y claro que estamos en crisis, pero de estos momentos críticos siempre nacen oportunidades de reinvención y, por ende, de sorprendernos de nuestras propias capacidades.
Sí, tenemos miedo de comenzar de nuevo y de estar en este momento de incertidumbre, y debemos considerar que tener un negocio propio puede conducir a dedicarnos a lo que nos apasiona. Y muchas veces tener nuestra propia pyme era un sueño o proyecto donde tomar el riesgo nos detenía. Hoy es momento de conectarnos con nuestras capacidades y darle la vuelta a esta situación, cumplir ciertos objetivos personales, organizar el día a día como estime conveniente, tomar decisiones y administrar el dinero responsablemente.
Existen ciertos elementos claves que marcan la diferencia a la hora de emprender. Hoy estamos en un momento en que cualquier negocio que hagamos debemos pensarlo como una organización consciente ¿Qué es esto? Son compañías con un propósito, que no miran como fin último el resultado económico, sino que están acordes al desarrollo de los aspectos humanos que la sociedad está demandando y quieren contribuir en la solución.
Vivimos un cambio trascendental de paradigma, impulsado por la crisis social y profundizado por la pandemia, que nos da una oportunidad única de cambiar la forma en que venimos haciendo empresas. Por esto, a la hora de crear un negocio, contar con un propósito que describa ese cambio que quieres ver en el mundo, hace que tu trabajo te llene de sentido.
Comenzar un nuevo rumbo en un momento difícil puede abrumar a cualquiera, pero como dice el dicho “ningún mar en calma hizo experto a un marinero” y no hay mejor forma de empezar de cero que enfocándose y entregándose al 100%.
Carolina Marcone
Cofundadora de Talento Único e integrante del G100