¿Qué pasó?
Gracias al oportuno trabajo de los funcionarios encargados de la revisión de las encomiendas que llegan hasta la cárcel de Rancagua, se logró detectar a través de las máquina de rayos X, dos envoltorios trasparentes con una sustancia en su interior. Los paquetes que venían adheridos al cuello de un polerón y una parca contenían 30,8 gramos de clorhidrato de cocaína.
Cabe destacar, que durante la pandemia se han reforzado las revisiones de las encomiendas, ya que además se ser desinfectadas son minuciosamente inspeccionadas, lo anterior para evitar el ingreso de elementos prohibidos a las unidades penales.
Para el alcaide de la cárcel de Rancagua, teniente Coronel, Álvaro Millanao, el trabajo en los establecimientos penales no cesa, ya que “pese a la preocupación que mantenemos por la pandemia no podemos dejar de lado el tema de la seguridad, es por ello que hemos extremado todas las medidas para seguir trabajando de la misma manera que lo hemos hecho siempre”, destacó.
Durante el procedimiento se le dio cuenta al fiscal del turno, quien dispuso derivar la totalidad de los antecedentes al Ministerio Público y ofició al personal del Equipo de Canes Adiestrados (ECA) de Rancagua para que se constituyera en lugar y realizará la prueba de campo, arrojando positivo para 30,8 gramos brutos de clorhidrato de cocaína.