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El candidato presidencial de extrema derecha, Johannes Kaiser, reaccionó con una advertencia alarmista tras el triunfo de Jeannette Jara en las elecciones primarias presidenciales del oficialismo, donde participaron el Partido Comunista, el Frente Amplio, el PPD y la Federación Regionalista Verde Social. En una declaración cargada de odio y de generalizaciones históricas, Kaiser afirmó: “Más de 100 millones de personas han muerto en manos de los comunistas. Yo soy cristiano ortodoxo. Decenas de millones de cristianos ortodoxos fueron asesinados en Rusia y en Este de Europa. Nosotros conocemos la historia de quienes son seguidores de nuestra fe y no queremos que el pueblo de Chile viva lo mismo acá en un futuro”.
Comparación desproporcionada y sin fundamento
La advertencia de Kaiser insinúa que el Partido Comunista de Chile podría replicar en el país crímenes cometidos por regímenes totalitarios del siglo XX. Esta afirmación es profundamente desproporcionada y carece de cualquier evidencia. El PC chileno ha participado por décadas en procesos democráticos, con representación parlamentaria, alcaldías, y cargos en gobiernos de coalición, sin que existan antecedentes que respalden una deriva autoritaria o violenta.
Sugerir que una candidatura presidencial en un país con instituciones sólidas y separación de poderes derivará en asesinatos o persecuciones es una estrategia retórica que distorsiona el debate público y propaga miedo infundado.
Cifras históricas manipuladas
Kaiser cita que “más de 100 millones de personas han muerto en manos de los comunistas”, una frase popularizada por el libro "El libro negro del comunismo", publicado en 1997. Aunque esa cifra ha sido usada en ciertos contextos académicos críticos del comunismo, no hay consenso histórico en torno a su veracidad, y muchos expertos señalan que agrupa fenómenos muy diversos —como hambrunas, guerras y represión política— sin separar causas ni responsabilidades directas.
Decir que todos esos millones murieron “en manos de los comunistas” es una simplificación tendenciosa que busca asociar ideologías con crímenes históricos sin contexto.
Afirmaciones falsas sobre cristianos ortodoxos
Kaiser también declaró que “decenas de millones de cristianos ortodoxos fueron asesinados en Rusia y en Este de Europa”. Esa cifra no tiene respaldo en ninguna fuente histórica seria. Los datos disponibles indican que durante la Unión Soviética fueron ejecutados entre 15.000 y 20.000 clérigos ortodoxos, y millones de fieles enfrentaron represión. Sin embargo, no existen registros confiables que sustenten un exterminio de tal magnitud.
El uso de cifras infladas sin sustento documental constituye una grave irresponsabilidad en el discurso público.
Exageraciones que dañan el debate democrático
Cuando Kaiser afirma “no queremos que el pueblo de Chile viva lo mismo acá en un futuro”, está trazando una línea directa entre un proceso electoral legítimo y democráticamente validado, y las atrocidades cometidas por dictaduras del siglo pasado. Esta afirmación es inaceptable y engañosa. No solo siembra temor infundado, sino que falsea la historia política reciente del país.
En una democracia, las diferencias ideológicas se resuelven con argumentos y propuestas, no con discursos alarmistas que equiparan candidaturas legales con amenazas de exterminio. El análisis de los hechos muestra que las declaraciones de Kaiser carecen de rigor, fundamento histórico y respeto por la institucionalidad democrática chilena.
Evaluación desde el estándar IFCN
Bajo los principios de la International Fact-Checking Network (IFCN), los datos citados por Kaiser son inexactos, exagerados o directamente falsos. Utiliza cifras ampliamente debatidas o desmentidas y realiza extrapolaciones que no resisten el análisis histórico ni político. Este tipo de discurso altera el debate público, promueve desinformación y debe ser abordado con un periodismo riguroso que aclare los hechos.