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Con el verano en pleno auge, las altas temperaturas no solo afectan el ambiente, sino también la seguridad alimentaria, incrementando el riesgo de infecciones gastrointestinales. Estas enfermedades, provocadas por bacterias como Estafilococo, Escherichia Coli y Salmonella, están relacionadas con el consumo de alimentos mal manipulados o almacenados.
Causas y alimentos más riesgosos
El nutriólogo de Clínica Indisa, Christian Andrade, explica que “las intoxicaciones alimentarias suelen originarse por una manipulación poco higiénica de los alimentos, el consumo de productos crudos o mal cocidos, y la ruptura de la cadena de frío. En verano, las altas temperaturas favorecen la proliferación de estas bacterias, aumentando el riesgo de enfermarse”.
El especialista enfatiza la necesidad de prestar atención al cuidado y conservación de carnes rojas y blancas, pescados, mariscos, productos con huevo y lácteos, los cuales son especialmente vulnerables al calor.
Síntomas y grupos de riesgo
Los síntomas más comunes de estas infecciones incluyen:
- Diarrea.
- Vómitos.
- Dolor abdominal.
- Fiebre.
Aunque los síntomas suelen desaparecer rápidamente, Andrade recomienda acudir a un servicio de urgencias si estos persisten por más de 24 horas o si hay señales de deshidratación.
Además, advierte que los grupos de riesgo, como niños menores de 5 años, adultos mayores y personas con sistemas inmunitarios debilitados, son más propensos a complicaciones. “Los niños y las personas mayores de 65 años tienden a deshidratarse dentro de las primeras dos horas, por lo que si presentan vómitos frecuentes y piel seca, es fundamental buscar atención médica inmediata”, añadió.
Medidas de prevención
Para evitar infecciones gastrointestinales, Indisa entrega las siguientes recomendaciones:
- Lavar correctamente las manos antes de manipular alimentos.
- Limpiar superficies y utensilios.
- Cocinar los alimentos completamente.
- No dejar comidas a temperatura ambiente.
- Refrigerar los alimentos a temperaturas adecuadas.
Consejos para una correcta refrigeración
La Head Product Management de Midea Carrier Chile, Elizabeth Arancibia, señala que para evitar la contaminación bacteriana, los refrigeradores deben mantener una temperatura de 4°C, mientras que los congeladores deben estar a -18°C.
Por su parte, Andrade agregó: “Los alimentos cocinados que no se consuman de inmediato deben guardarse en el refrigerador. Tras la cocción, pueden mantenerse como máximo 2 horas a temperatura ambiente antes de ser refrigerados. Si permanecen más tiempo sin refrigeración, lo recomendable es desecharlos”.
Adoptar estas precauciones permitirá disfrutar de un verano más seguro, cuidando la salud de toda la familia.