Este 8 de octubre se celebra en el mundo el Día Internacional de la Dislexia, un trastorno del aprendizaje que afecta hasta el 15 % de las personas, según datos de la organización mundial.
En Chile no existe una estadística afinada respecto de los niños y niñas que padecen dislexia, por cuanto este tipo de trastorno está agrupado dentro de una categoría muy amplia llamada “Dificultades Específicas de Aprendizaje” (DEA).
Este fue el primer obstáculo que se encontró en su lucha Mariela Bugueño, actual delegada en Chile de la Asociación Iberoamericana de Dislexia y Familia (Disfam), cuando decidió hacer activismo tras diagnosticársele dislexia a su hija.
“En España, encontré el apoyo necesario, donde me instruyeron en los objetivos de esta organización, poniendo el foco en la visibilizacion de esta condición, la detección temprana, el diagnóstico, la promoción de derechos y las adecuaciones metodológicas que deben hacer los establecimientos educacionales. También se preocupan de participar en procesos legislativos para hacer valer los derechos de los niños, jóvenes y adultos que tienen esta condición”, señala la delegada.
La dislexia es una condición que se lleva para toda la vida, pero si es detectada y diagnosticada a tiempo, tratada con profesionales adecuados y especialistas en el tema, las actividades cotidianas de los niños y niñas serán más llevaderas, evitando deserciones escolares y aislamiento social.
Urgencia de una ley
“Necesitamos en Chile una ley que la reconozca en forma pormenorizada y separada respecto de otras condiciones relacionadas con el neurodesarrollo, por cuanto la dislexia no es una condición invalidante. Velar porque existan profesionales específicos y altamente especializados en el conocimiento de esta condición, como el psicopedagogo, cuya profesionalidad no está reconocida por el Ministerio de Salud, o la cobertura pública de su tratamiento, son algunas de las reivindicaciones”.
Bugueño agrega que se encuentra en proceso la creación de la Fundación Disfam Chile para visibilizar, promocionar, atender y acompañar a los niños, jóvenes y adultos con dislexia, así como también a sus familias, velando por sus derechos para que dejen de ser niños y niñas invisibles.
Actividades y plan de acción
Disfam Chile ha realizado diversas actividades para la detección temprana de la dislexia en colegios y lugares de concentración de actividades pedagógicas. Se dictan talleres de sensibilización en los colegios y se trabaja en conjunto con el equipo de la editorial educativa Santillana en Chile, con el cual desde este año se ha formado una alianza desde Disfam España para colaborar en material para niños con dislexia.
Además, se trabaja de manera conjunta con otras asociaciones en actualizaciones al decreto vigente número 170 y se brinda apoyo a las familias, así como también a niños y niñas. Esto, sin descuidar el concienciar a padres, madres y tutores legales de niños y niñas con dislexia para animarlos a ejercer su derecho a exigir que se hagan cambios en las estrategias metodológicas en el profesorado.