Por definición, el veganismo es un estilo de vida basado en una alimentación libre de productos de origen animal, o derivados de los mismos, y se orienta en los alimentos de procedencia vegetal como frutas, verduras, granos integrales y legumbres, entre otros. Pero, ¿qué hay que tener en cuenta para seguir esta dieta?
“Todas las personas pueden llevar este estilo de vida; lo importante es hacerlo de manera responsable para evitar carencias nutricionales con consecuencias a mediano y largo plazo, como patologías asociada. Esto es especialmente importante en el caso de niños y adolescentes, ya que es en esta etapa cuando se produce el desarrollo, crecimiento y varios procesos fisiológicos que requieren de nutrientes específicos”, explica Paul Cavellat, nutricionista de Clínica Bupa Santiago.
De acuerdo a lo que cuenta el especialista, actualmente un 10% de la población mundial es vegana o vegetariana, cifra que se incrementa año a año. “Hay cada vez más personas siguiendo este estilo de alimentación por varias razones, pero, principalmente, responden a críticas animalistas respecto de los procesos productivos, a la cantidad de ingredientes añadidos y como protesta a la industria alimenticia”, sostiene el nutricionista.
Para evitar riesgos, la alimentación debe ser variada y guiada por un profesional de la salud, con diferentes grupos de alimentos, evitando caer en lo habitual, que es solo aumentar el consumo de carbohidratos o alimentos procesados. Eliminar los alimentos de origen animal no garantiza que la alimentación sea saludable, por lo que es clave buscar alimentos naturales y un buen equilibrio.
“Los nutrientes que se sugiere chequear y posiblemente suplementar en personas veganas son vitamina B12, calcio, hierro y zinc, además de aquellos que correspondan al grupo etario de quien escoja este estilo de vida y la condición física de la persona, como en el caso de deportistas. Ninguna dieta se debe generalizar, porque ninguna persona es igual a otra. Además, conviene tener controles periódicos para verificar los niveles de estos nutrientes y así descartar deficiencias”, dice Paul Cavellat.