“Cuando podemos no queremos, y cuando queremos no podemos” es una frase que resume los dos puntos de inflexión en la vida reproductiva de las mujeres. El primero, la etapa de juventud, los inicios profesionales y el cuerpo en su máxima plenitud para lograr un embarazo que, muchas veces, no está en los planes a corto o mediano plazo.
El otro punto de inflexión es cuando se alcanza la madurez psicológica, hay otra perspectiva de la vida, ya sabe lo que quiere, evolucionó o alcanzó el éxito profesional, pero su reloj biológico está ralentizado, y lograr un embarazo de forma natural es mucho más difícil.
Es en este escenario donde la Ovodonación, uno de los Tratamientos de Reproducción Asistida (TRA), adquiere un rol clave. Lo que se realiza es una Fecundación In Vitro (FIV), en la que lo único distinto es que se emplean los óvulos de una donante junto con el semen de la pareja o bien de donante, en caso necesario.
“En IVI Santiago recomendamos recurrir a la Ovodonación en el caso de mujeres de edad más avanzada, ya que la calidad y cantidad de óvulos empeoran con la edad, especialmente a partir de los 35 años. También es una buena alternativa para mujeres con fallo ovárico por menopausia, en aquellas cuyos ovocitos son de mala calidad o vienen con enfermedades que no puede ser detectadas, y, por último, en fallos repetidos con otras técnicas de reproducción asistida o fallos en la implantación de los embriones y abortos de repetición”, explica el doctor Andrés Carvajal, especialista de IVI Santiago.
Mejores tasas de embarazo
¿Sabías que la Ovodonación es la técnica de medicina reproductiva que proporciona mejores tasas de embarazo? Además, no precisa de estimulación hormonal ovárica ni inyecciones para la madre receptora, no requiere de anestesia ni sedación, y presenta el menor riesgo de aborto por enfermedades cromosómicas ligadas a la edad de la paciente.
“Hay muchas mujeres que enfrentan una menopausia precoz, es decir, antes de los 40 años, por diversos motivos, como trastornos genéticos, inmunológicos o autoinmunes o causados por procedimientos médicos en la zona ovárica como la cirugía de ovario, la radioterapia o la quimioterapia”, agrega el especialista.
¿Se parecerá a mí?
Una de las interrogantes frente a un tratamiento con Ovodonación tiene que ver con la similitud física del bebé respecto a su madre. Para dar respuesta a esta inquietud se cuenta con la tecnología Perfect Match 360°, exclusiva de IVI, que analiza aspectos como la etnia, el color de pelo o de ojos, la altura y el grupo sanguíneo, entre otros, además de un estudio de similitud facial y un análisis genético capaz de detectar más de 600 enfermedades.
También hoy se sabe la importancia de la Epigenética en los casos de embarazo mediante Ovodonación. Un estudio de Fundación IVI al respecto determinó que durante la gestación se produce una relación entre el útero y el embrión, por lo tanto, la madre sí ejerce una influencia que determina aspectos fundamentales del futuro bebé, llegando a provocar similitudes físicas. Por lo tanto, desde el mismo momento en que la paciente queda embarazada se crea un lazo con su futuro hijo, iniciando el vínculo que los unirá en el futuro, junto con el resto de la familia.