Tres años de funcionamiento cumplió el equipo de rehabilitación rural móvil del Hospital de Nancagua, que lleva adelante el programa de refuerzo en rehabilitación, y que se compone de una terapeuta ocupacional, una kinesióloga y un conductor, quienes implementan prestaciones en zonas de ruralidad extrema. Asimismo, educan a las personas con discapacidad, a las familias, cuidadores y a la comunidad, en técnicas básicas de tratamiento, auto-cuidado, prevención de lesiones y discapacidad.
Dentro de las principales intervenciones que lleva a cabo la dupla de profesionales, se encuentran la realización de actividad física, actividades cognitivas, trabajo grupal y mejoramiento en la accesibilidad de las casas de los usuarios donde -con el apoyo del conductor quien tiene conocimientos de construcción y albañilería- realizan adaptaciones y habilitaciones como rampas y barandas, colocación de manillas, adaptaciones en dormitorios, modificaciones en tinas y adaptaciones en duchas, entre otras.
Al respecto, la kinesióloga Dania Figueroa, explicó que “el objetivo es entregar prestaciones de rehabilitación de calidad, en forma oportuna y accesible, para todas aquellas personas que presentan discapacidad permanente o transitoria con potencial de recuperación funcional. Principalmente tratamos a usuarios con diagnósticos neurológicos y apoyamos a las personas con diagnósticos crónicos, todo ello según el tiempo de evolución de la patología. Por otra parte, brindamos apoyo al programa de dependencia severa al implementar adaptaciones a los usuarios y educación a los cuidadores, en ciclos de rehabilitación acotados”.
Sobre los detalles de este programa, la profesional indicó que “son pesquisadas a través de una interconsulta formal con otros profesionales de salud y con diagnóstico médico confirmado que sea acorde al programa. Abarcamos comunas que no presentan sala de rehabilitación o que necesitan apoyo desde el área ocupacional como Chépica, Nancagua, Palmilla, Peralillo y Pumanque. Existe un trabajo de promoción de la salud a través de las agrupaciones en las cuales trabajamos, ya sea directamente con personas en situación de discapacidad o con cuidadores. La idea es generar un espacio social seguro para que las personas puedan compartir, además de entregar herramientas para que los usuarios puedan tener un mejor control de su salud. Por otra parte, dentro de las sesiones individuales se busca promover el máximo potencial del usuario a nivel físico, mental y social”.
Finalmente, Dania Figueroa destacó la importancia que posee la rehabilitación integral en las personas con discapacidad, a través de un enfoque biopsicosocial. “Acá se incorpora el área física, mental, espiritual y social, por eso es importante el trabajo multidisciplinario entre distintos equipos de salud, evitando el enfoque de codependencia o asistencialismo por parte de los usuarios, cuidadores y la comunidad en general hacia las personas con discapacidad”, culminó.