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La búsqueda del cuerpo ideal y la presión social por conseguirlo pueden desencadenar diversos trastornos alimentarios. Uno de ellos es la ortorexia, una fijación por consumir solo alimentos saludables que, a diferencia de otros trastornos, no provoca una distorsión de la imagen corporal.
Identificación de la ortorexia
Cecilia Valenzuela Rebolledo, académica de la Escuela de Nutrición y Dietética de la Universidad de Talca, explicó que la ortorexia suele pasar inadvertida, ya que quienes la padecen no necesariamente buscan perder peso. "Se les puede identificar porque dejan de lado el consumo de determinados grupos de alimentos, principalmente aquellos altos en azúcares, grasas y procesados, concentrándose en frutas, verduras y frutos secos", señaló Valenzuela.
Según la especialista, las redes sociales han tenido un impacto negativo en el aumento de la ortorexia, especialmente entre adolescentes y mujeres. "Al restringir ciertos alimentos, pueden presentar deficiencias nutricionales, como carencias de vitaminas y minerales. Además, esta conducta puede generar trastornos mentales como obsesión y ansiedad cuando no logran consumir los alimentos que consideran saludables", advirtió Valenzuela.
Diagnóstico y tratamiento
El diagnóstico de la ortorexia requiere la intervención de un equipo multidisciplinario de profesionales, liderados por un psiquiatra, junto con un tratamiento psicológico y el apoyo de nutricionistas. "Los criterios de diagnóstico no están bien definidos y dependen de los síntomas que presente la persona. En casos de anorexia, es posible que también aparezcan rasgos de ortorexia, ya que en ambos trastornos existe una obsesión por controlar la alimentación", explicó la experta.
Alimentación equilibrada: la clave para evitar la obsesión
La académica recomendó mantener una alimentación equilibrada como forma de evitar conductas obsesivas con la comida. "Aunque es recomendable consumir alimentos saludables, también es importante permitir el consumo ocasional de otros tipos de alimentos. Es fundamental encontrar un equilibrio y, si está asociado a otro trastorno, buscar el origen para realizar el tratamiento adecuado", concluyó Valenzuela.