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Un nuevo e importante tratamiento ha comenzado a desarrollarse en Hospital San Fernando. Se trata del uso de la bomba de insulina para pacientes con diabetes mellitus tipo 1 inestable severa. Esto, en el marco de la Ley 20.850 o Ley “Ricarte Soto”. Este hito se llevó a cabo al trabajo de un equipo multidisciplinario, bajo coordinación de Pamela Belmar, Médica internista y diabetóloga del centro asistencial.
Un centro de referencia
“Desde que la Ley Ricarte Soto para diabetes tipo 1 entró en vigencia, tuvimos como misión que nuestro Hospital llegara a ser un centro de referencia. Por lo tanto nuestra primera tarea era lograr que el establecimiento fuera considerado adecuado para realizar este tratamiento en todas sus etapas. Para ello fue necesario desarrollar un arduo trabajo que implicó la capacitación de psicólogos, nutricionistas y enfermeras. Quien junto al médico tratante son los encargados del acompañamiento integral de los pacientes durante todo el proceso. Fue un bonito desafío porque significó un trabajo coordinado, donde nuestro objetivo común es finalmente entregar una mejor calidad de vida a nuestros pacientes”. Señaló en primer término la Médica Pamela Belmar.
Agregó que “además debíamos cumplir con una serie de requisitos que son parte de un protocolo. Como hospital demostramos que contamos con el adecuado nivel tecnológico, de farmacia y de recursos humanos para prestar este servicio. Una vez logrado esto postulamos a nuestra primera candidata, la que fue beneficiada con la primera bomba de insulina del servicio público de Colchagua”.
¿Cómo ha sido la evaluación?
Según la Médica “una vez que el caso fue presentado al Comité de Expertos, la aprobación fue bastante expedita. Lo cual ratifica que la paciente efectivamente requería esta tecnología para el mejor control de su enfermedad. Por tanto, la postulación se había realizado de manera impecable. Además, tiene condiciones que han facilitado muchísimo este proceso porque es muy responsable y comprometida con el manejo de su enfermedad. Asiste a sus controles regularmente y cumple con las indicaciones y tareas asignadas por el equipo de salud. La verdad es que ha sido un tratamiento demasiado exitoso. Para nosotros como Hospital es un tremendo orgullo ser partícipe de ello y ver con satisfacción los frutos del trabajo bien hecho”.
¿Cómo funciona el tratamiento?
“La bomba de insulina consiste en un infusor subcutáneo que libera insulina de manera continua. Imitando de alguna manera la secreción fisiológica que realiza el páncreas en una persona sana. Técnicamente es un dispositivo que la paciente tiene consigo todo el día, asociado a un sensor que le entrega sus valores de glicemia en tiempo real. Con esto, mejora considerablemente la precisión de su tratamiento y por sobre todo su calidad de vida. Ya que al tener integrado un sistema de suspensión, advierte y previene los episodios de hipoglicemia severa. Con una correcta capacitación y educación y por sobre todo el compromiso de un paciente responsable, constituye una excelente herramienta terapéutica” señaló la doctora.
La usuaria Daniela Sánchez
Daniela Sánchez Oyarce, chimbaronguina, fue la primera paciente de Hospital en recibir este beneficio. “En septiembre de 2009 hice un debut diabético fulminante, con muchos síntomas asociados. Me hice los exámenes e incluso estuve hospitalizada sin poder controlar adecuadamente mis niveles de glicemia; inmediatamente fui diagnóstica con diabetes tipo 1 insulinodependiente”.
Desde esa fecha, comenzó con el tratamiento y controles de forma habitual. Hasta que durante 2018, la Médica Pamela Belmar le comentó sobre este nuevo proyecto de acceso a bombas de insulina que se iniciaba en Hospital San Fernando.
"tendía a hacer muchas hipoglicemias severas"
“Dentro del tipo y características de mi diabetes, podía ser una postulante porque tendía a hacer muchas hipoglicemias severas. Más aún venia saliendo de un embarazo complicado que incluso fue monitoreado por Pamela dada mi condición. Fue un proceso muy difícil. Tras aquello, acepté ser postulada ya que averigüé de qué se trataba esta herramienta, en qué me beneficiaría, etc. Supe de inmediato que me cambiaría la vida ya que es un poco como un páncreas artificial que proporciona insulina sin usar jeringas. A través de una alarma me avisaría cuándo puede darme una hipoglicemia o hiperglicemia”.
Una nueva forma de vida
Finalmente para Daniela, todo lo que ha sucedido en el último tiempo es si duda una nueva forma de vida. Donde el equipo multidisciplinario del Hospital San Fernando ha sido fundamental en este proceso. “Yo llevo mucho tiempo de controles y tratamientos en el hospital y Pamela Belmar ha sido un apoyo sumamente importante. No tan solo ahora, sino desde que llegó a trabajar acá. Ella aparte de su horario laboral, ha tenido la voluntad de escucharme y recibir mis mensajes de emergencia. Incluso estuvo muy pendiente durante mis dos embarazos, monitoreándome mis dosis de insulina. Así que solo palabras de agradecimientos para ella, para el equipo multidisciplinario y al hospital por esta gran oportunidad”.