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En el contexto del Día Mundial de la Salud y Seguridad en el Trabajo, la académica Cecilia Gutiérrez de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (UCSC) hizo un llamado urgente a revalorizar la salud mental en los espacios laborales, tras revelarse alarmantes cifras del Cuestionario CEAL SM 2024 que evidencia riesgos psicosociales generalizados en el país.
Datos que preocupan: Un millón de voces alertan
El reciente estudio nacional, que recogió más de un millón de respuestas, detectó:
- Alta frecuencia de riesgo psicosocial en trabajadores chilenos
- Estrés crónico y sobrecarga laboral como problemas estructurales
- Dificultades crecientes para desconectarse del trabajo, especialmente en jóvenes
"La pandemia intensificó problemas preexistentes. Hoy vemos que la tecnología, si bien aumenta la productividad, ha borrado los límites entre vida personal y laboral", explica Gutiérrez.
El liderazgo como factor clave

La especialista identifica que los estilos de gestión determinan si un trabajo protege o daña la salud mental:
- Entornos protectores: Con confianza, reconocimiento y cultura de apoyo
- Entornos riesgosos: Con maltrato normalizado y liderazgos deficientes
"Un jefe tóxico puede destruir la salud mental de un equipo completo. Necesitamos urgentemente capacitar en liderazgos saludables", advierte.
5 acciones urgentes para empresas
La académica propone medidas concretas:
- Capacitación obligatoria en detección de riesgos psicosociales para líderes
- Flexibilidad real en horarios y modalidades de trabajo
- Programas de bienestar integral (no solo yoga ocasional)
- Procesos de selección que evalúen habilidades blandas en cargos directivos
- Espacios seguros para expresar inquietudes sin represalias
Un llamado a la transformación cultural
Gutiérrez enfatiza que el cambio debe ser profundo: "No se trata solo de evitar el burnout, sino de crear organizaciones donde las personas se sientan valoradas y puedan trabajar con sentido. La salud mental es un derecho, no un beneficio".
La experta concluye que mientras no exista voluntad política desde las gerencias y una mirada estratégica que ponga a las personas en el centro, seguiremos viendo cómo se deteriora la calidad de vida laboral en Chile.