En términos generales Chile es un país que convive con desastres naturales, pero nunca se está preparado para experimentar la incertidumbre que estos provocan.
Aquellas personas que perdieron casas y mobiliario sufren un quiebre profundo en su rutina y dichas pérdidas provocan “síntomas relacionados al estrés postraumático y al trauma. Las respuestas comunes pueden ser, por ejemplo, pesadillas o flashbacks –que son memorias vívidas respecto al evento–, pueden tener cambios de humor e incluso presentar cuadros ansiosos y depresivos”, explica Laura Rodríguez, psicóloga y académica de la carrera de Enfermería de la Universidad San Sebastián (USS).
Por ello, es prioritario que además de la ayuda social que puedan recibir, se les entregue intervenciones en primeros auxilios psicológicos. “Ciertamente no vienen a compensar a una terapia a largo plazo, pero sí son vitales para poder ayudar a que la persona recupere el equilibrio emocional antes de volver a reestablecer esta estabilidad a la que estaba acostumbrado. Las personas que aplican estos primeros auxilios psicológicos lo primero que hacen es generar una sensación de seguridad física inmediata en las personas; también darles un espacio de apoyo, contención y escucha activa –donde la persona sienta que está siendo valorada tanto en su experiencia como en sus emociones– y otra cosa importante es que la persona pueda recuperar las redes de apoyo”, aclara la académica de Enfermería.
Superación de un trauma
La contención es de suma relevancia en la superación de un trauma y quienes pueden aplicarlos son personas capacitadas como rescatistas, profesionales de la salud, psicólogos e incluso voluntarios. Este tipo de primeros auxilios brindan un apoyo inicial a quién esté sufriendo una crisis.
Y es que la incertidumbre por el futuro es otro sentimiento que aflora en la gente que ha experimentado la pérdida de seres queridos o de sus bienes. Depresión y ansiedad pueden aparecer en las personas cuando sienten que han perdido la estabilidad. De esa forma, la pérdida significa un quiebre en la cotidianidad y la persona debe dedicar esfuerzo en volver a compensarse, lo que puede resultar agotador emocionalmente.
No es solo resiliencia emocional, también material
Recibir apoyo es clave a la hora de superar una situación traumática, pero no se trata de la única forma de salir adelante. Hay que tener en consideración los medios económicos que tiene la persona, ya que no será igual de fácil levantarse para algunos como para otros.
“La resiliencia no tiene que ver solamente con mantenerse positivo, también puede depender de la red de apoyo que tengan. Pero hay un punto muy importante a destacar: es la resiliencia de lo material. Es distinta una persona que haya sufrido estas pérdidas y que esta persona tenga una buena situación económica a una persona que no tiene este tipo de ventaja. Ellos van a presentar una mayor afectación a nivel psicológico y emocional”, dice la psicóloga.
Además, la académica hace hincapié en que “deben existir planes comunales y municipales que brinden los primeros auxilios psicológicos a los afectados por las inundaciones, puesto que a medida que avanza el tiempo, más necesario se vuelve el consuelo y la contención”.