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Este viernes 15 de agosto Chile conmemora el Día de la Asunción de la Virgen, una celebración que combina tradición religiosa, historia y cultura. Reconocido como feriado oficial, este día tiene raíces que se remontan a la época colonial, cuando las misas y procesiones eran parte central de la vida comunitaria.
Un legado desde la colonia
Raúl La Torre, historiador y Coordinador de Extensión Cultural de la Universidad de los Andes, explica que “desde los tiempos de la colonia, el 15 de agosto se celebraba la Asunción de la Virgen con misas y procesiones. La fe católica y sus manifestaciones estaban muy presentes en la vida diaria, tanto en las ciudades como en el campo”. En el siglo XIX, al establecerse la lista oficial de feriados en Chile, esta fecha fue incorporada y ha permanecido hasta hoy.
El dogma de la Asunción
El dogma de la Asunción, uno de los cuatro dogmas marianos, sostiene que “María, la madre de Jesús, al terminar su vida en la tierra, fue llevada al cielo en cuerpo y alma, es decir, no pasó por la corrupción del sepulcro como el resto de las personas”. Esta doctrina fue proclamada oficialmente el 1 de noviembre de 1950 por el papa Pío XII, mediante la constitución apostólica Munificentissimus Deus.
Una fecha con raíces universales
Aunque no se conoce el momento exacto del hecho, la Iglesia Católica fijó el 15 de agosto para su conmemoración desde hace siglos. La tradición nació en Jerusalén, con la veneración del “tránsito” o “dormición” de María, y con el tiempo se extendió a todo el mundo católico. “Cuando en 1950 el papa Pío XII proclamó el dogma, la fecha ya estaba firmemente establecida en la memoria y devoción de los fieles”, señala La Torre.
Celebración en la actualidad
Hoy, la Asunción de la Virgen sigue reuniendo a comunidades en procesiones, misas y actos de fe, manteniendo viva una tradición que enlaza la historia colonial con la identidad cultural de Chile.