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Universidad de O’Higgins promueve consumo de miel chilena por su valor científico y productivo

En el marco del Día Nacional de la Miel, la Universidad de O’Higgins (UOH) destacó la relevancia de este producto natural y sus derivados, abordando sus beneficios desde una perspectiva científica, productiva y territorial. La conmemoración se convirtió en una oportunidad para visibilizar los aportes de la miel no solo a la nutrición, sino también a la salud y al desarrollo económico local.

La miel chilena como aliado terapéutico y nutricional

“La miel tiene muchísimas propiedades, no solo nutricionales, sino también terapéuticas. A través de la investigación científica podemos avalar todas estas características”, afirmó la Dra. Andrea Müller, académica del Instituto de Ciencias Agroalimentarias, Animales y Ambientales (ICA3) de la UOH. La especialista lamentó que, pese a estas propiedades, el consumo en Chile apenas alcanza los 150 gramos por persona al año, lo que considera insuficiente.

Investigación científica impulsa nuevas aplicaciones de la miel

miel abejaDesde el Laboratorio de Farmacología que dirige, la Dra. Müller lidera dos líneas de investigación que apuntan a aprovechar el potencial terapéutico de la miel. Uno de los estudios, financiado por Fondecyt, explora el uso de hidrogeles de miel en la cicatrización de heridas en perros, mientras que otro, impulsado por el proyecto FIC (APIUOH), busca diferenciar mieles auténticas de adulteradas a través de capacitaciones y desarrollo de protocolos de análisis.

Calidad chilena comparable a la reconocida miel de Manuka

“En nuestros estudios hemos observado que la miel chilena tiene parámetros de calidad elevados. Su capacidad antioxidante y concentración de polifenoles totales se comparan, por ejemplo, con la miel de Manuka de Nueva Zelanda, reconocida a nivel mundial por sus propiedades terapéuticas”, explicó la Dra. Müller, subrayando el potencial competitivo de la producción nacional.

Desafíos del rubro apícola: consumo interno y venta fraccionada

Entre los desafíos del rubro, la investigadora enfatizó el bajo consumo interno y la venta a granel como obstáculos importantes. “Gran parte de la miel chilena se exporta, principalmente a Alemania. Es fundamental incentivar el consumo interno y que los productores apuesten por el fraccionamiento, lo que les permitirá obtener un mayor retorno económico y fomentar el consumo local de un producto de excelente calidad”.

Capacitación y modelos replicables para apicultores locales

“A través del proyecto FIC estamos capacitando apicultores, realizando actividades teóricas y talleres prácticos, acompañando diferentes procesos productivos. Además, trabajamos con tres unidades de mejoramiento productivo apícola que servirán como modelos replicables para otros productores, generando impactos positivos tanto económicos como ambientales en sus comunidades”, concluyó la académica.

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