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Roncar mientras se duerme no es normal y podría tener efectos en la calidad de vida de las personas. Así lo explicó la académica de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Talca (UTalca), Orietta San Martín Rubilar, durante un seminario sobre el “Abordaje interdisciplinario del Síndrome de Apnea e Hipopnea Obstructiva del Sueño (Sahos)”, organizado por la casa de estudios.
Un problema subdiagnosticado
“Es una condición que muchas veces puede estar subdiagnosticada. Las personas piensan que roncar es normal, pero puede generar efectos en la calidad de vida, en el aprendizaje, crecimiento y desarrollo de los niños, además de la vida diaria de los adultos”, explicó San Martín.
Tipos de obstrucción
Según la académica, existen dos tipos de obstrucción que generan los ronquidos: la apnea y la hipopnea. La primera es la obstrucción total de la vía aérea, donde el afectado incluso deja de respirar por algunos segundos; mientras que la hipopnea se refiere a la reducción del flujo de aire que logra ingresar a los pulmones. En ambos casos, que ocurren durante el sueño, el cuerpo sufre diversas consecuencias por esta dificultad de oxigenación.
Consecuencias en la salud
La docente de la Escuela de Fonoaudiología de la UTalca detalló que la poca oxigenación del cuerpo por esta condición puede generar en los niños poca concentración, dificultades en el estado de ánimo, mala calidad del sueño, múltiples despertares nocturnos y sueño inquieto. “También puede provocar bajo rendimiento académico e incluso afectar el crecimiento, puesto que durante la noche se libera la hormona responsable del crecimiento”, indicó.
Mientras tanto, en adultos, “se asocia a un mayor riesgo de infarto, dificultades para controlar el metabolismo y la glicemia en pacientes con diabetes, baja en el rendimiento laboral y un mayor riesgo de producir accidentes por falta de atención”, planteó San Martín. En ambos casos, agregó, “hay somnolencia diurna, es decir, son personas que no tienen un sueño reparador, despiertan cansadas y están constantemente con poca energía”.
Prevalencia en Chile
En cuanto a la prevalencia de esta condición en Chile, la académica explicó que “es una condición que se está empezando a visibilizar, pero es más frecuente en hombres (mayores) que en mujeres, así como en algunos niños con enfermedades obstructivas, como adenoides y amígdalas grandes. Asimismo, está asociada a ciertos hábitos y condiciones como el sobrepeso y la edad”.
Recomendaciones ante el diagnóstico
La académica subrayó que, ante un diagnóstico sobre la apnea e hipopnea obstructiva del sueño, lo recomendable es acudir a un equipo de trabajo de “medicina del sueño”, que está compuesto por odontólogos, médicos otorrinos, neurólogos y fonoaudiólogos. Esta colaboración interdisciplinaria es crucial para abordar de manera efectiva esta condición y mejorar la calidad de vida de quienes la padecen.