El aparato respiratorio es, a simple vista, el más afectado con el consumo de tabaco, pero el impacto del cigarro en el cuerpo va mucho más allá. Es el responsable de varios tipos de cáncer y tiene relación con diversas patologías cardiacas, además de otros efectos en la calidad de vida. En el marco del Día Mundial sin Tabaco, el doctor Felipe Erpel, de Clínica Bupa Santiago, expone las principales razones para animarse a dejar este mal hábito.
“El daño que provoca el humo del tabaco es muy amplio. Es el responsable de las principales enfermedades respiratorias crónicas, como EPOC, tos obstructiva, y aumenta la incidencia de infecciones pulmonares. Asimismo, es la causa principal de cáncer de pulmón, ya que el cigarro tiene muchas sustancias carcinógenas”, indica el experto.
Asimismo, según explica el especialista, el tabaquismo se ha relacionado con la aparición de cáncer de lengua y garganta, mejillas y encías; de esófago, de riñón y cáncer de vejiga, ya que las sustancias químicas presentes en el humo son absorbidas por los pulmones y luego excretadas por la orina.
“Fumar también aumenta el riesgo de patologías del corazón y los vasos sanguíneos, como enfermedad coronaria, hipertensión arterial, accidente cerebrovascular y enfermedad vascular periférica. El humo del cigarrillo daña las paredes de los vasos sanguíneos, promueve la formación de coágulos y reduce el flujo sanguíneo”, sostiene Erpel.
De acuerdo a la última Encuesta Nacional de Salud, el 40,6% de la población adulta en Chile fuma de manera habitual (44,2% la prevalencia de hombres y 37,1% la de mujeres) y se estima que alrededor de 45 personas mueren al día por esta causa. “Por eso, es muy importante entender los efectos de ese mal hábito y dejarlo, mientras antes, mejor”, sostiene.
Los beneficios de dejarlo
- Si se deja antes de los 50 años, disminuye a la mitad el riesgo de muerte en los próximos 15 años.
- Al año de dejar el cigarro, el riesgo de morir por enfermedad coronaria baja a la mitad.
- A los 10 años de abandonarlo, el riesgo de cáncer pulmonar baja de un 30% a 50%.
- Evitar el tabaco baja el riesgo de cáncer de laringe, esófago, páncreas y vejiga.
- Asimismo, disminuye la posibilidad de presentar enfermedad pulmonar obstructiva crónica, neumonía, úlcera gástrica y duodenal.
Además, es importante considerar a quiénes están a nuestro alrededor, como los niños. La exposición al humo de segunda mano también puede tener efectos perjudiciales en el sistema respiratorio, aumentando el riesgo de infecciones respiratorias, asma, otitis media y muerte súbita en el caso de lactantes.
“Dejar de fumar es la medida más efectiva para prevenir estos problemas de salud y mejorar la calidad de vida. Si una persona está interesada en dejar de fumar, yo recomiendo buscar apoyo médico y utilizar los recursos disponibles para ayudarlo en el proceso de abandono del tabaco”, añade el broncopulmonar de Clínica Bupa Santiago.