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Hongos en la piel: por qué es importante identificarlos y tratarlos

Los hongos son microorganismos con gran capacidad de adaptación que pueden desarrollarse sobre cualquier medio o superficie. Cuando pensamos en ellos, la primera imagen que suele venirnos a la cabeza es la de los pies, pero lo cierto es que pueden manifestarse en muchos más lugares y superficies del cuerpo. Emilio Vargas, dermatólogo de Clínica Bupa Santiago, explica por qué es relevante conocerlos y cómo se tratan.

“La gran mayoría de las infecciones producidas por hongos son superficiales, es decir, afectan los órganos y tejidos más externos del cuerpo: piel, mucosas o anexos cutáneos (pelo y uñas). A veces afectan tejidos y órganos internos, pero esto es infrecuente y se da fundamentalmente en pacientes muy enfermos (hospitalizados de gravedad), desnutridos o inmunodeprimidos”, explica el especialista.

Los hongos más comunes 

  • Pie de atleta: se manifiesta por picazón y grietas entre los dedos de los pies, aunque puede afectar a toda la planta.
  • Tiña corporal: se da en forma de anillos, con descamación y enrojecimiento en sus bordes.
  • Tiña del cuero cabelludo: la más frecuente se caracteriza por lesiones descamativas, caída del cabello y picazón.
  • Tiña inguinal: afecta a la zona genital, es más común en los hombres y presenta inflamación, enrojecimiento y picor.
  • Onicomicosis: son los hongos que aparecen en las uñas y se caracterizan por manchas, engrosamiento y alteraciones en la forma de la uña.

“También están aquellos provocados por la llamada Cándida albicans, que se presentan en mucosas, tanto en la boca como en la zona genital, provocando inflamación, picor, quemazón y flujo de color blanco. En los bebés, por ejemplo, son comunes los hongos en la cara interna de las mejillas, los cuales se manifiestan con grumos o placas blanquecinas en la lengua o las encías”, añade el doctor Vargas.

El diagnóstico suele realizarse a través del examen físico de la persona y, en algunos casos, se requiere de análisis adicionales para su confirmación. Una vez detectados, lo más habitual es la indicación de antimicóticos para eliminarlos, los que pueden ser administrados de manera tópica u oral.

“Si una infección por hongos no es tratada, sus síntomas se mantendrán y empeorarán, provocando cambios persistentes en la zona afectada. La alteración del tejido causada por hongos puede, además, convertirse en una puerta de entrada para otro tipo de gérmenes capaces de causar enfermedades, usualmente bacterias”, aclara.

Medidas de prevención

Asimismo, el experto añade que es importante tomar las siguientes medidas para evitar su aparición o reaparición:

  • Usar sandalias en piscinas, gimnasios, saunas, etc, para evitar el contacto directo con superficies que pudieran estar contaminadas.
  • Secarse muy bien la piel y sus pliegues. Idealmente usar papel desechable en las zonas más húmedas.
  • No compartir la toalla o utensilios personales.
  • Usar ropa ligera y no ajustada.
  • Preferir ropa interior de algodón y no sintética, para evitar la transpiración y humedad excesivas.

 


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