Cuando se habla de salud mental, se asocia la llegada de la primavera con un aumento de episodios depresivos en la población, siendo éstos uno de los principales gatillantes de los intentos suicidas o suicidios consumados. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las tasas de suicidio han aumentado en 60% en los últimos 45 años, constituyéndose en una de las tres primeras causas de muerte entre los 15 y 44 años y en la segunda causa entre los 10 y 29 años de edad.
En este contexto, el equipo del Programa de Salud Mental del Hospital de Graneros participó en la jornada de “Inducción en Prevención de la Conducta Suicida en Establecimientos Educacionales”, oportunidad en la cual se revisó el protocolo comunal de procedimiento de respuesta del sector salud ante estudiantes con intento o conducta suicida.
Al respecto, Gabriela Arriagada, coordinadora del programa de salud mental de hospital, explicó que entre las acciones a impulsar destaca que “vamos a capacitar en la temática como expertos en la materia, a las duplas psicosociales, que incluye psicólogos, asistentes sociales y orientadores, para que ellos hagan la bajada de la información a los apoderados, a los alumnos y a los consejos de profesores. Además vamos a entregar la capacitación como equipo de salud mental a tres colegios de la comuna que tienen enseñanza media que es donde están los grupos de riesgo”.
Por su parte, la coordinadora del programa de "Salud integral de adolescentes y jóvenes" de la Seremi de Salud, Muriel Muñoz, señaló que “en esta ocasión se acordó trabajar en la actualización de algunos conceptos relacionados con la prevención del suicidio, actualizar protocolos de derivación entre los establecimientos de educación y salud de la comunas y la realización de acciones preventivas en los establecimientos educacionales”.
La prevención de la conducta suicida en establecimientos educacionales involucra la participación de toda la comunidad educativa, estudiantes, sus familias, docentes, asistentes de la educación y equipo directivo que actúan fomentando conocimientos y comportamientos relacionados con estilos de vida saludables desde una lógica preventiva, e identificando y manejando activamente conductas de riesgo que pudiesen apreciarse al interior de la comunidad escolar.