Llegan las bajas temperaturas y las mascotas también se ven afectadas, no sólo porque hay que cuidarlos de posibles enfermedades respiratorias propias del invierno, sino que también hay que preocuparse por su alimentación. Y es que está comprobado que con el frío, estas necesitan mayor ingesta de alimento, sobre todo los perros de razas de gran tamaño que suelen pasar más tiempo al exterior de la casa. De hecho, la dosis diaria de comida que necesita un can en esta época del año aumenta en promedio un 20% en relación a los meses de verano.
Lo anterior se debe a que todos los seres vivos quemamos calorías para mantenernos calientes y los canes no son la excepción. El razonamiento es que a temperaturas más bajas, mayor gasto energético. “Si el perro pasa tiempo al aire libre, enfrenta bajas temperaturas y no recibe una dosis mayor de comida, su peso podría verse disminuido al consumir su grasa corporal para intentar producir calor. Otro problema, podría estar con menos energía durante el día debido a esta falta de calorías”, explica Carlos Péndola, médico veterinario de Nómade.
Alimentación: clave para la salud
Una buena alimentación le entrega a las mascotas los nutrientes necesarios para tener una buena salud a lo largo de su vida y un buen alimento debe tener ciertas características que le otorguen un balance entre calidad y precio.
“Actualmente existen alimentos de origen natural elaborados con ingredientes como el Maqui y el Quillay con excelente palatabilidad y digestibilidad, que ayudan a mejorar el sistema inmune y la absorción de nutrientes de las mascotas”, señala Péndola.
Durante el invierno, los especialistas recomiendan dosificar la porción diaria de alimento pues, si come toda la porción de una sola vez, su sistema digestivo no alcanza a procesar todo el alimento, por ende, tampoco generará la energía necesaria para mantener estable su temperatura corporal en los meses fríos. La recomendación es parcelar la dosis en dos a tres porciones al día, para que los canes puedan realizar una digestión completa del alimento, absorbiendo así todos los nutrientes.
Es importante recordar que además de la alimentación, los perros necesitan cuidados básicos que incluyen agua fresca disponible siempre. Cuidados médicos preventivos y en caso de enfermedad o accidente. Un espacio aseado con protección de las inclemencias del clima, un lugar cómodo para dormir y, finalmente, ejercitarse y jugar a diario son algunas recomendaciones que entregan los expertos de Nómade.