Trastornos de conducta alimentaria: En Chile la población adolescente presenta una prevalencia del 12%

Desde la llegada del coronavirus, los Trastorno de Conducta Alimentaria (TCA) en los adolescentes chilenos han incrementado en un 30%. Cifra preocupante, sobre todo porque la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha ubicado a los TCA entre las enfermedades mentales de prioridad en los menores, debido al riesgo que implican en la salud de estas personas.

¿Qué produce el TCA?

La nutricionista de Clínica Los Carrera, Carla Novoa sostuvo que los trastornos alimentarios son producto de varios factores, “entre los cuales se destacan los psicológicos, como la baja autoestima, los sentimientos de insuficiencia o falta de control de su vida, depresión, ansiedad, enojo y/o soledades”. También se le puede atribuir a ciertas dificultades en las relaciones personales, que se presentan al expresar sentimientos y emociones, antecedentes de abuso físico o sexual, presiones culturales y “normas culturales que valorizan a la gente en base a su apariencia física y no a sus cualidades y virtudes internas”.

Principales desórdenes alimenticios

Según la especialista, los principales desórdenes alimenticios que se presentan en el país son el trastorno de atracón, la bulimia nerviosa y anorexia nerviosa. El primer caso consiste en “deseos de ingerir alimentos de forma descontrolada, sin provocar el vómito, a diferencia de la bulimia nerviosa, que se caracteriza por períodos en que se come compulsivamente, seguido de otros de culpabilidad con provocación del vómito”.

Por otra parte, en el caso de la anorexia nerviosa, este trastorno alimentario se presenta como un “rechazo de los alimentos en donde se tiene aversión a la ingesta de alimentos. No se come, se pierde bastante peso y suele ir acompañado de vómitos provocados y otros síntomas somáticos y psicológicos que afectan a la persona”.

Prevalencia de riesgo a padecer TCA

En Chile, la prevalencia de riesgo a padecer TCA en los adolescentes ha mostrado cifras entre 7,4% y 12%, con mayor prevalencia en mujeres. Y según lo indicó la nutricionista de Clínica Los Carrera, estos han ido en aumento durante este último tiempo de pandemia que ha conllevado desgaste físico y emocional de todas las personas, pero sobre todo en niños, adolescentes y jóvenes. “El aislamiento social, la incertidumbre, el aburrimiento y el miedo a subir de peso durante la cuarentena son causas por las que se han intensificado el gran número de casos de comportamientos poco saludables”, puntualizó Novoa.

Hábitos alimenticios desde pequeños

De acuerdo a la nutricionista, es fundamental “enseñar a los niños y adolescentes sobre la importancia de seguir buenos hábitos saludables en conjunto a sus familiares, llevar un adecuado horario de comidas y evitar el comer a deshoras”, pues de esta forma podrán integrar de mejor manera una manera saludable de relacionarse con la comida.

También señaló que se debe llevar una dieta equilibrada que incluya todos los nutrientes necesarios en la alimentación diaria, evitando el consumo excesivo de azúcares y grasas saturadas. La profesional destacó que una buena alimentación debe aportar suficiente energía a través del consumo de cereales, verduras, frutas, carne, pescados, huevos, frutos secos, lácteos y/o derivados y aceite de oliva o de canola o de girasol y lo más importante que resulte ser atractiva para el paladar”.

Promover una actividad física

Finalmente, la Nutricionista de Clínica los Carrera indicó que la otra manera de contrarrestar los Trastornos de Conducta Alimentaria, es promover una actividad física moderada, no solo para mantener el bienestar de nuestro cuerpo, sino porque esto permitirá controlar el estrés y la ansiedad, que como señaló anteriormente, son factores de riesgo.


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