Venta de ropa, manualidades, desayunos, pasteles, joyas o accesorios son algunos de los emprendimientos que las jefas de hogar de los programas municipales de Olivar, Coltauco y Machalí ya están llevando a cabo en sus comunas. También, hay algunas que recién tienen una idea de negocio. Para todas ellas, los docentes y estudiantes de las carreras del área Administración de Santo Tomás están realizando la séptima versión de la Escuela para Emprendedoras.
Este año, el programa incluye también un taller sobre perspectiva de género, a cargo de la carrera Servicio Social de Santo Tomás. Y a los ya habituales talleres de administración, como capacitación en pitch, alfabetización digital y modelo canvas, se han sumado también módulos de especialización donde las beneficiarias podrán tomar cursos de productos lácteos y mermeladas exóticas con docentes y estudiantes de carreras agrícolas; o aprender técnicas de cocina y pastelería con el equipo de la carrera Gastronomía.
En esta escuela de emprendedoras participan las municipalidades de las comunas de Olivar, Coltauco y Machalí, con su programa para Mujeres Jefas de Hogar apoyado por el Servicio Nacional de la Mujer y Equidad de Género, abarcando un total de 60 beneficiarias.
El Rector de Santo Tomás Rancagua, Manuel Olmos, explicó que este proyecto materializa la nueva Política de Vinculación con el Medio de la institución, en base a la experiencia que ya se tiene en la Región tras siete escuelas de emprendimientos enfocadas en las mujeres: “La mujer ha buscado distintas iniciativas para sacar adelante a sus familias y la idea es apoyarlas en este proceso, sobre todo ahora con la pandemia sanitaria, que también ha sido una pandemia económica”.
“Me atreví a hacer cosas que no hacía”
Mónica Cabello tiene un emprendimiento de tortas, pasteles y empanadas en la comuna de Olivar. Ya tuvo su primera evaluación en la Escuela de Emprendedoras, donde se sacó nota 6 en el módulo de pitch (discurso de presentación de su proyecto). “He aprendido mucho, estoy muy contenta, me atreví a hacer cosas que no hacía, se lo recomiendo a todas las personas. Quiero hacer un video haciendo mis productos en casa, me ayuda cualquier cantidad porque no todos tenemos la oportunidad de emprender y hacer algo que ayude a nuestras familias económicamente”, cuenta Mónica, quien trabaja en su emprendimiento con su hijo y su esposo, que está enfermo, por lo que esta capacitación “nos ayuda mucho en lo económico y en compartir con los demás lo que hago”.
“Abrir nuevos caminos”
Marshalls, un emprendimiento de belleza enfocado en depilación y pestañas, es el negocio de Marcia Sepúlveda en Machalí. Ella también destaca lo que ha aprendido en el módulo de pitch: “Nos hace tener más personalidad y abrir nuevos caminos, podemos salir más abiertamente al mundo. Espero que todas podamos administrar mejor nuestras propias pymes y salir adelante con esto”. Marshalls es un gran apoyo para que Marcia pueda costear los estudios de su hija: “Aproveché inmediatamente la oportunidad de capacitarme, no lo dejé pasar, es demasiado bueno para nosotras”.