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La reciente tragedia ocurrida en el mineral El Teniente, que costó la vida de seis trabajadores, ha vuelto a poner en evidencia las complejas condiciones de operación en la minería subterránea y los riesgos asociados a este tipo de faenas. El accidente, ocurrido la semana pasada, refleja la necesidad urgente de revisar los protocolos de seguridad en uno de los sectores más relevantes para la economía nacional.
Altas presiones y riesgo geológico
Jorge Romero, académico del Instituto de Ciencias de la Ingeniería (ICI) de la Universidad de O'Higgins (UOH), explicó que los trabajos en profundidad implican un aumento significativo de la presión sobre las rocas. “En zonas con tectónica activa, como la Cordillera de Los Andes, también existen esfuerzos horizontales muy significativos. Esto determina que, no sólo se trabaja a altas presiones producto de la profundidad, sino también por el contexto intrínseco de una zona montañosa activa”, precisó.
Además, el experto advirtió que los estallidos de roca pueden intensificarse cuando se produce un sismo cercano a las excavaciones. “Es más probable que ocurran estallidos de roca, ya que los sismos ejercen una 'carga' adicional”, sostuvo.
Estallidos de roca: una amenaza latente

Romero también detalló que los estallidos de roca son liberaciones repentinas de energía que pueden proyectar fragmentos a alta velocidad. “Estos eventos ocurren a gran profundidad en las minas subterráneas y pueden surgir sin necesidad de un sismo, incluso”, agregó el geólogo y doctor en Ciencias de la Tierra.
Estos fenómenos representan uno de los mayores riesgos para la vida de los trabajadores, lo que exige una planificación detallada, constante monitoreo geotécnico y protocolos preventivos reforzados.
Un yacimiento único en condiciones extremas
Santiago Tassara, también académico del ICI-UOH y doctor en Ciencias con mención en Geología, señaló que El Teniente es una mina subterránea singular por su escala y complejidad geológica. “La mineralización se concentra alrededor de un cuerpo subvertical con forma de cono invertido, con leyes altas en profundidad. Para ponerlo en perspectiva, hoy se explotan yacimientos con leyes del orden de 0.3% de cobre, mientras que en El Teniente aún existen zonas con 0.8% o incluso 1%, lo cual es altísimo”, explicó.
La Brecha Braden y su rol en la operación minera
Una de las características más relevantes del yacimiento es la llamada Brecha Braden. “Esta brecha no está mineralizada, pero posee excelentes propiedades mecánicas. En torno a ella se desarrollan distintas zonas mineralizadas, que tienen comportamientos mecánicos diferentes”, señaló Tassara.
Según el experto, esta configuración obliga a un diseño flexible y adaptativo en la operación de la mina. “El diseño y la operación de la mina deben adaptarse a la variabilidad tanto en contenido metálico como en las propiedades de la roca”, concluyó.